2 de agosto de 2012

“La paz a través del servicio”: lema actual del movimiento rotario mundial


En todo el mundo hay millones de Rotarios (hombres y mujeres de las más variadas edades, de la más diversa condición social, económica y racial y de los más variados credos religiosos y políticos), para quienes la palabra “servir” es el centro de sus vidas profesionales, sociales y hogareñas.

La rueda dentada (engrane), con la leyenda de “Rotary International”, que simboliza mundialmente al rotarismo, es fácilmente identificable en las principales entradas carreteras y en los aeropuertos de una infinidad de ciudades de los cinco continentes.
Los 55 clubes rotarios existentes en los Estados de Campeche, Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Quintana Roo y Yucatán, agrupan a más de 1200 rotarios que están integrados en uno de los muchos “Distritos” que existen en el mundo, y al que pertenecen los clubes del sureste mexicano es el número 4200, cuyo Gobernador actual es el maestro y administrador Normando Ariel Medina Castro, un ticuleño radicado por muchos años en Cancún.

Desde muy joven supe de la existencia de los muy tradicionales clubes de “Rotarios” y “Leones”. Recuerdo que cuando hice la secundaria en Ciudad Valles (San Luis Potosí), las reuniones de los Rotarios eran en el hotel “Casa Grande” y las de los Leones en el hotel “Valles Inn”. Han surgido otros clubes de servicio, pero el rotarismo se mantiene como el más importante club de servicio mundialmente. Su actual presidente mundial es un empresario japonés llamado Sakuji Tanaka, y el lema de su periodo presidencial es el de “La paz a través del servicio”.

En la ya muy larga vida del rotarismo (ese movimiento verdaderamente mundial nació en1905 en la ciudad norteamericana de Chicago y su fundador se llamó Paul Harris, y actualmente está presente en más de 200 países), ha habido un presidente mundial mexicano, el médico tampiqueño Carlos Canseco, lo que indudablemente ha sido un gran honor para el rotarismo mexicano.


He conocido a numerosos rotarios y en varias ocasiones he sido invitado por diversos clubes como charlista o conferencista sobre temas musicales a sus reuniones semanales, y mi admiración por la filosofía rotaria del servicio me parece admirable y trascendente. Gracias al rotarismo se ha ido extinguiendo mundialmente la poliomielitis y cada año son más de 1000 los estudiantes de distintas carreras en todo el mundo que pueden hacer, con becas rotarias, estudios de maestrías y doctorados en varias de las universidades más prestigiosas del mundo. El analfabetismo, la cura de las enfermedades endémicas, el cuidado del medio ambiente, la dotación de agua potable, el mejoramiento de la vivienda, la donación de ambulancias y carros de bomberos, la reforestación y el mejoramiento social son algunas de las razones y motivos por el que trabajan voluntaria y gustosamente cientos de miles de rotarios en todo el mundo.

De manera personal, y de forma un tanto indirecta, yo tuve un acercamiento al rotarismo en el año 2005, cuando pretendí hermanar a mi ciudad natal (Acámbaro, Guanajuato) con la ciudad yucateca de Izamal, por ser dos ciudades con muchas semejanzas culturales y arquitectónicas y por ser ambas de la mas pura tradición franciscana.

Busqué al presidente municipal de Izamal, el doctor Juan Ramón Martínez Contreras, quien de inmediato vio con interés el probable hermanamiento. Luego fui a Acámbaro a platicar con quien era su primera autoridad, un industrial llamado Antonio Novoa Acevedo, quien también vio con simpatía la idea. El doctor Martínez Contreras y yo viajamos a Acámbaro para que se conocieran los dos presidentes municipales en un desayuno. Apenas ambos estuvieron a pocos pasos uno del otro, de los dos salió casi simultánea la misma expresión: “¡Eres rotario¡”, al ver cada uno en la solapa del otro el distintivo rotario. En ese mismo momento supe que el hermanamiento ya era un hecho.

La semana pasada viví con mucha intensidad dos actividades donde el rotarismo fue factor fundamental, y ambas fueron muy enriquecedoras. El pasado jueves 26, a propuesta de los Clubes Rotarios “Mérida Itzáez” y el de Izamal, fue propuesto al Ayuntamiento de Mérida, al Centro Cultural “Carlos Acereto” y a la Asociación de Los Amigos de la Trova Yucateca, el nombre del ingeniero y empresario del ramo de los seguros David González Domínguez, como una persona con todos los méritos para recibir el reconocimiento de “Ciudadano Distinguido”, lo que desde luego fue aceptado. 


El Ing. González Domínguez tiene un brillante historial en la gran comunidad rotaria del sureste de nuestro país, por haber sido presidente de dos clubes y por haber ejercido el honroso cargo de Gobernador del Distrito 4200. Y la noche de la entrega de su reconocimiento en el teatro “Carlos Acereto” (soy el conductor de esos programas desde hace más de diez años), todos los clubes de Yucatán estuvieron representados y también estuvieron presentes algunos de quienes en otros momentos han sido Gobernadores del Distrito 4200.

El otro evento tuvo lugar la noche del sábado anterior, cuando en la ciudad de Ticul se instauró un nuevo Club Rotario llamado “La Perla del Sur” y nuevamente hubo una gran reunión de los presidentes de todos los clubes de Yucatán (cuatro de Mérida: Montejo, Itzáez, Mérida y Nuevas Generaciones y los de Motul, Progreso, Tizimín e Izamal), el Gobernador actual y el Gobernador Electo (Julio Castillo Albertos) así como varios de los ex gobernadores (en la terminología rotaria se les identifica como “past-gobernador”).

La ceremonia fue bonita y con muchas formulas rituales dirigidas por la Sra. Aidé Martínez Bobadilla y el Dr. Juan Ramón Martínez Contreras como dirigentes del Club Rotario de Izamal, el club que fue el promotor y padrino del nacimiento del nuevo club en la agradable y próspera ciudad zapatera, hasta que llegó el momento en que Normando Ariel Medina Castro, como Gobernador del Distrito 4200, dirigió un mensaje a la comunidad rotaria y tomó la protesta a los 35 miembros del nuevo club, cuyo presidente es el industrial del calzado Gaspar Azarcoya Gutiérrez.

Lo que siguió, es una fórmula muy conocida de las reuniones semanales rotarias: una agradable cena, y en este caso con el complemento de un ballet folklórico jaranero y un cantante bolerista. Es muy grato terminar esta colaboración diciendo que los rotarios son una comunidad de gente de bien cuya palabra mágica es “servir” y “procurar la paz a través del servicio”, y que cuando se divierten lo hacen con mucha alegría y con mucha música.