10 de abril de 2014

VECINO VIGILANTE YUCATAN | La esclavitud existe en la vida moderna


Alguna vez te has preguntado si eres realmente libre. Me plantee con seriedad esta pregunta tras ver la película Doce años de esclavitud, del director Steve McQueen. El filme recrea la historia de la vida real de un hombre afrodescendiente, que ha logrado escalar una posición social en Nueva York. Este hombre es secuestrado en Washington DC en 1841, y llevado al sur del país para convertirlo en un esclavo por varios años. Más allá de la indignación y de la reflexión que me generó ver la crudeza de la experiencia de vida de muchas personas hace cerca de dos siglos, me pregunté si hoy podemos decir que somos del todo libres. Encuentro, sin embargo, que solo ha cambiado el objeto que nos esclaviza; siento que, de alguna manera, seguimos siendo esclavos.

Identifica en esta nota si algo te esclaviza y cómo fortalecer tu carácter para evitarlo:

Esclavos del teléfono celular, de la computadora, de los videojuegos

. Esto es innegable. Un mundo paralelo se desarrolla al mismo tiempo en la vida de muchas personas, un mundo que no ven por estar embebidos, absorbidos, esclavizados en sus dispositivos personales.

Esclavos de las apariencias

. Muchas personas mienten por agradar a otros, se inventan vidas que no tienen y viven esclavos de esas vidas que no son suyas.

Esclavos de la pereza, de la falta de iniciativa, de la mediocridad

. Suena fuerte, pero en realidad no lo es si se le mira con objetividad. El ser humano posee un potencial incalculable para alcanzar con trabajo, dedicación, fe y confianza en Dios todo aquello que se proponga y desee lograr. Sin embargo, en muchas ocasiones se deja consumir por la desidia, por la inercia, por la pereza; hace las cosas por hacerlas pero, al realizarlas, no entrega su corazón y todo lo que puede dar, y eso marca su existencia. La respuesta que recibe del universo es proporcional a lo que da, a lo que entrega.

Esclavos de los malos hábitos

. Muy probablemente, en la búsqueda de ese algo que llene su vacío existencial muchos terminan en las drogas, alcoholizados, caen en la pornografía, en la gula y en muchos otros malos hábitos que esclavizan sus vidas, llenándolas de un vacío cada vez más profundo.

¿Cómo romper las cadenas?

Es tiempo de cambiar la historia, de romper las cadenas, de decir ¡no más! Tu familia, la belleza del paisaje que te rodea y la vida a tu alrededor te reclaman.

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