20 de marzo de 2013

VECINO VIGILANTE YUCATAN.- TRES COSAS QUE EL DINERO NO COMPRA


Desde siempre hemos escuchado que ni todo el dinero del mundo puede comprar la felicidad, pero como no tenemos “todo el dinero” y difícilmente formaremos parte del 1% que lo tiene, preferimos creer que realmente no lo compra – una forma subliminal de convencernos a nosotros mismos que cualquier persona puede ser feliz independientemente de su cuenta bancaria – aunque nunca lo sabremos. Pero existen muchas personas que ponen en duda esta máxima porque saben que con dinero pueden, por lo menos, pagar algunas deudas y vivir tranquilamente, como si vinieran al mundo para vivir unas vacaciones de por vida.

Mil millones de dólares pueden comprar muchas cosas: mansiones extravagantes, autos deportivos, viajes de lujo por todo el mundo, yates… y todo lo imaginable, incluyendo la fama, el poder y hasta la gran oportunidad de ayudar a otros. Pero aún así, parece que el dinero no puede comprarlo todo, ya que de acuerdo con una de las revistas más importante del mundo especializada en los negocios y las finanzas, Forbes, hay por lo menos tres cosas en este mundo que el dinero no puede comprar. Intenta imaginar cuales cosas son antes de continuar leyendo el resto del artículo.

1. Paz espiritual. Aunque seamos escépticos, el dinero no puede comprar la tranquilidad. Según un estudio realizado por los profesores de la Universidad de Princenton, Daniel Kahneman y Angus Deaton, las personas precisan de mucho menos que mil millones de dólares para alcanzar la felicidad. El valor medio es de más o menos  75 mil dólares. Esto, por supuesto, depende de cual sea nuestro concepto de felicidad. Cuando esta se encuentra definida como la satisfacción general, el dinero tiende a elevar la felicidad más allá de ese límite. Pero cuando la felicidad se define como la satisfacción del día a día, ninguna cantidad de dinero ayudará a las personas a alcanzar la paz espiritual.

2. Sabiduría. La prosperidad proporcionada por el dinero no es garantía de una vida bien llevada, incluso puede ser todo lo contrario y tornarse en una fuente de locura peligrosa. Recordemos que, según Esquilo, “El dinero es una condición necesaria pero no suficiente para la vida, la felicidad y la sabiduría.” Hacer un uso racional de los recursos propios y de nuestra sabiduría, nos ayudará a llevar una vida equilibrada, porque las mansiones lujosas y los carros no garantizan la paz mental, ni inmunizan contra cuernos y divorcios. A menudo, viajes a destinos exóticos, bacanales y compras compulsivas pueden ser el mejor atajo para un psicoanalista.

3. Amistad. La verdadera nunca. Mientras que el dinero puede comprar un montón de cosas, no puede comprar la amistad verdadera, aquel apego reciproco nutrido por los gestos de amistad. En definitiva, nadie encontrara amigos para comprar en el mercado, señal de que debemos conquistar y valorizar las relaciones basadas en la confianza del día a día. Ninguna riqueza, estatus o poder puede compensar adecuadamente una vida carente de la verdadera amistad. Y todos sabemos, una vida sin amigos es una vida sin plenitud ni sentido. Como dice la famosa frade popular: “Un amigo es un hermano que elegimos”

De todas formas podemos dejar un poco de lado la idiosincrasia y constatar que si la riqueza no da la felicidad, la pobreza tampoco.