En el marco del Día Mundial de Atención a la Diabetes, el Secretario de Salud, Alvaro Quijano Vivas, señaló que las políticas públicas diseñadas contra la obesidad y el sobrepeso rendirán frutos a mediano e incluso a largo plazo, pues dependen en mucho de la colaboración de la sociedad.
En entrevista en Hoctún comentó que en la actualidad hay unos 300 mil diabéticos en todo el estado y de ellos aproximadamente 14 mil son atendidos en los servicios de salud, y los restantes entre el IMSS y el ISSSTE.
El funcionario comentó que del total que son atendidos por el sector salud estatal, unos mil acuden a las Unidades de Atención a Enfermedades Crónicas y esto se da por medio de la selección que se hace en el primer nivel de atención de los centros de salud y la consulta externa de los hospitales.
“El control de la enfermedad a nivel nacional es del 78% porque la gente no cumple, aquí el 45% es de apego al control; esto significa que subimos como 10 ó 15 lugares”, indicó.
Anotó que el comportamiento humano es importante, más que los programas, por lo que es difícil que rindan frutos en seis meses o un año.
“En grupos pequeños como los pilotos que establecimos en las escuelas se tuvo un descenso del 13%, eso no significa la realidad total del Estado, pero sí demuestra que las políticas públicas del Gobierno del Estado van a rendir frutos en un futuro que posiblemente sea de mediano plazo”, anotó.
“Lo anterior, si se atienden las recomendaciones en diferentes niveles, si seguimos por este camino, en un tiempo considerable, no tan lejano, habrá una detención de la enfermedad o una baja”, dijo.
Resaltó como dato importante que a nivel nacional no se dio este año el incremento en porcentajes de sobrepeso esperados.
La diabetes, dijo, es un problema multifactorial y en ese sentido lo hemos atendido.
“No depende del entorno, según la educación, la salud, estamos en una investigación en el entorno genético del sureste, y por eso mismo que en el seno del Consejo Estatal de Salud, el poder lograr ese trabajo coordinado con todos los actores públicos y no públicos, principalmente padres de familia, es lo más importante, si fuera una enfermedad infecciosa sería fácil combatirla, pero la participación de todos es muy importante”, concluyó.