15 de noviembre de 2012

VECINO VIGILANTE YUCATAN: Migrantes que vienen con adicciones empeoran entorno familiar


El Dr. Raúl Lugo Rodríguez, director de Salud Mental de los Servicios de Salud de Yucatán, aseveró ayer que “tiene mucha razón Víctor Roa Muñoz, director del CIJ al señalar que los migrantes viven en una tensión permanente y que el problema para las familias no sólo es cuando se van, sino también cuando regresan con una adicción”.

Y agregó:
-Sí es cierto, lo describe muy bien, además hay que subrayar que cuando regresan primero que nada, traigan o no una adicción, regresan con costumbres diferentes, porque somos muy dados los mexicanos y los yucatecos a copiar patrones de otras culturas y a traerlos, y a partir de allá ya estamos creando una disfunción familiar.

Además no sólo las adicciones están apegadas a la migración, sino la violencia también. Estas personas que se van y desde tiempo atrás tienen sometida a la mujer, es un problema que al regresar regresan mucho más violentadores. De esto nos hemos dado cuenta, y acuérdate de que las adicciones y la violencia van de la mano. La gente violenta, cuando consume alguna sustancia, ya sea el alcohol o cualquier otra droga, se vuelve más violenta. Por lo contrario, a la gente que no es violenta, ninguna droga la va a poner violenta.
Todo eso es cierto, pero también es cierto que hay muchos migrantes que se han ido y han logrado mantener un estatus de vida agradable, y es por eso que muchos migrantes mandan remesas, que son la segunda entrada económica del país después del petróleo. Entonces, hay muchos más migrantes que funcionan y que cuando regresan a su casa siguen funcionando.

Claro está que seguimos nosotros con esta situación sobre todo del campo, que es difícil y que, sí es cierto, los hace a ellos migrar, y a su regreso, porque la crisis ahora es mundial y ya Estados Unidos no es la tierra de oportunidades y del sueño americano, a su regreso, si es cierto que no contamos todavía con los programas con que quisiéramos contar para hacerle frente a esto, pero sí podemos decir que en los Centros Nueva Vida que tenemos en el interior del estado, empezamos también a recibir migrantes. También reconocemos que hay algunos que como cualquier persona usuaria de drogas, como cualquier persona dependiente de drogas, es muy difícil que pidan ayuda, pero está pensado a favor de ellos el hecho de haber instalado Centros Nueva Vida en Ticul, Valladolid y Tizimín, pues la realidad es que fueron elegidos esos lugares para instalar los centros por su proximidad a Quintana Roo. También es cierto que así como se van a Estados Unidos, muchos más también se van a Quintana Roo por la oportunidad de trabajo, más antes que ahora. Tenemos que reconocerlo, cuando Quintana Roo se vuelve un polo turístico y empieza la construcción, a partir de allá es que nuestros trabajadores del campo se empiezan a dedicar a la albañilería y cosas de la construcción. Sí es cierto, es exactamente el mismo fenómeno, no tienen para que se repita que irse a Estados Unidos, porque el desarraigo, la copia de costumbres de otras culturas, y en el caso de Quintana Roo no es otra, es la cultura nuestra, somos de extracción maya todos, pero sí es cierto que esos polos que Víctor menciona, sobre todo la Riviera Maya, es tierra donde conviven mucho porque mucha gente extranjera tiene empresas, sobre todo en la industria de la hospitalidad, que es donde más se les emplea a los migrantes yucatecos fuera de la construcción, y es lo mismo, y posiblemente podríamos agregar que hasta un poco peor, la tensión en que vive el migrante que está en un lugar conocido, con costumbres conocidas, con muchos compañeros conocidos, y el arraigo que tenemos como cultura de alcohol, que cuando están en un lugar lejano, se recurre a ella. En Estados Unidos la tensión es la misma, pero les lleva mucho más tiempo enrolarse y hacer grupo.

Entonces, por donde queramos ver el factor de la migración nos lastima mucho, nos lastima cuando se van, nos lastima cuando regresan en estas cuestiones familiares, y en tanto nuestra situación del campo no vaya mejorando, vamos a seguir teniendo este fenómeno.

Sin embargo, se están dando pasos desde Salud para hacer frente a este problema. Sabemos que hay otras instituciones, como la delegación estatal de la CDI, que trabajan con migrantes, y así como ellas habrá otras instituciones públicas y posiblemente grupos de la sociedad civil que estén haciendo frente a esto. El problema creo yo se agrava por la crisis de Estados Unidos, que expulsa por falta de trabajo o por deportación, a una gran cantidad de mexicanos, que tienen que regresar.

Copian lo malo de ese país

El funcionario agregó:
-Y en esto de la conformación de bandas por parte de los migrantes que regresan, una de las causas se da a partir de la crisis de la economía de Estados Unidos, lo que provoca este regreso masivo.
Se ha visto también que las personas migrantes que regresan a casa sin haber logrado su propósito, y lo hace además con una adicción que posiblemente ya tenían o que es adquirida en ese otro país, resultan muy proclives a caer en el narcomenudeo. ¿Por qué? Porque bien decía Víctor Roa, Estados Unidos es el consumidor más grande de drogas, donde el narcomenudeo entre las comunidades de migrantes es muy abierto, y de esa manera ellos vienen con una especie de entrenamiento para esa actividad, a la que actualmente tenemos que mirar que es una fuente de empleo malsana e ilegal, pero es una fuente de empleo que la gente que está dentro de las adicciones toma como algo que se le facilita.
Son gente también que vive un fenómeno de transculturación, es gente que va a otro país y que no entiende la cultura del otro país, y copia cuestiones totalmente negativas de ese país. Los cholos, por ejemplo, pueden ser gente también productiva en su país, pero el fenómeno de transculturación que tiene el migrante mexicano es llegar allá y no entender. Muchas veces no entienden bien el idioma, no entienden la idiosincrasia de esa sociedad, entonces creen que copiar lo que los va a hacer importantes en su lugar de origen.

-¿Cuántos Centros Nueva Vida tienen los SSY?
-En Mérida tenemos 3 centros: a un lado del Hospital Psiquiátrico, otro en la colonia Mayapán, a un lado del laboratorio estatal de salud pública, otro que está en San Luis Dzununcán, uno en Ticul, uno en Valladolid, y otro en Tizimín. En todos ellos, el problema de los migrantes estamos prestos para atenderlo, sobre todo en esa zona que colinda con Quintana Roo.

Herencia de migración

—En los Centros Nueva Vida de Mérida, ¿se atiende también a migrantes?
-Sí, cuando hablamos de migración lo hacemos como problema del campo, pero también mucha gente de la ciudad migra. Y tampoco es el problema de falta de empleo, hay un dejo todavía de esas hordas que se iban de braceros. Que hay que acordarnos que se iban legales, a ser explotados, pero se iban legalmente. Esto es una especie de herencia que tenemos los mexicanos, en este caso los yucatecos, de soñar con volvernos ricos al irnos a los Estados Unidos. El papel del dólar es muy llamativo, el papel verde, el dólar, entonces esta propaganda de Estados Unidos como punta de lanza en el mundo, es invitante, y tenemos parte de esa herencia, hay mucha gente que se va no por necesidad, sino porque quiere irse, y porque tal vez sueña que se va a hacer rico o desea tener más oportunidades de desarrollo.
Entonces también hay que resaltar esto: no todo el migrante que se va es porque no tenga trabajo. Mucha gente con un trabajo estable que le permite vivir de manera estable, se va.

Acudir a las clínicas de los SSY

-¿Qué recomienda usted a las familias que tienen migrantes que regresaron más violentos o adictos?
-Los Servicios de Salud de Yucatán tienen clínicas en casi todo el estado. Su personal es personal médico, personal de enfermería, que sabrán orientarlos hacia dónde ir, canalizarlos. Todos los servicios, toda la gente que trabaja en los SSY sabe que existen los Centros Nueva Vida, saben que existen acciones en Salud Mental, y saben dónde canalizarlos. Eso le diríamos a la gente, a las familias de estas personas enfermas, que pueden acercarse a un establecimiento de salud, pedir orientación y sabrán decirles a dónde ir para recibir la atención específica para estos problemas.

-Dónde se encuentran, específicamente, los servicios de salud mental?
-En todas las 3 jurisdicciones, los SSY tienen un equipo de salud mental que es el que rige todas las acciones de salud mental que se hacen en toda la estructura humana de los servicios de salud. Son 3 jurisdicciones, una con cabecera en Mérida, otra en Valladolid y otra cabecera en Ticul.

Toda familia que tenga un chico o chica de esta manera puede acudir a las instituciones de salud para ser orientada o para ser canalizada al lugar específico, tenemos equipos especializados para manejar todo este tipo de cosas. Nada más es cuestión de que la familia se acerque, vaya, se están haciendo programas de prevención, no específicos para migrantes, todos los días del año, pero estos problemas específicos pueden también ser canalizados para ser atendidos. Coincido también con Víctor, falta mucho por hacer. Siempre va a haber que hacer. Nunca aspiramos a decir ya se hizo todo. Al ser humano que ya lo hizo todo, sólo le queda morirse. Entonces siempre van a haber cosas que hacer, siempre van a haber cosas que innovar.

-Desde el punto de vista de la salud mental, ¿es grave este problema de las adicciones de los migrantes?
-Sí lo es. Si bien la migración en sí es una cosa antigua, hay familias que heredan la migración: se fue el padre, después se van los hijos, después se van los nietos. El fenómeno que nos lastima del regreso de estos migrantes, es relativamente nuevo, queda dentro de los nuevos fenómenos a enfrentar como son estas nuevas adicciones al juego y demás, esto es un problema relativamente nuevo que nos empieza a lastimar. No nuevo porque no existiera, sino porque empieza a ser un problema social, lo que sí es grave.

Vulneran las costumbres

Lugo Rodríguez mencionó que, “como dato de observación, hemos visto que la gente indígena del estado, es poco proclive al uso de drogas ilícitas, miramos en cambio que sí es proclive como en toda nuestra cultura al uso del alcohol y del tabaco, pero en el uso de drogas ilícitas hay una especie de protección, por conceptos básicos que ellos tienen, pero ha sido vulnerado este factor de protección cultural por los migrantes que regresan, que afortunadamente no son la mayoría, pero sí han logrado vulnerar esa protección del indígena, porque sabemos que de joven a joven se entienden mejor, y de joven a joven migran mejor.

 Entonces esta copia de otras costumbres, y esta fantasía del migrante que regresa y dice que el mundo que vivió o que vio es mejor, y la presunción esta que además es parte también de la defensa por no aceptar que regresan sin haber logrado su propósito, que regresan después de un fracaso derivado de que no tomaron en cuenta muchas cosas, como el momento de crisis mundial y las políticas antiinmigrantes de Estados Unidos, esto hace que esta angustia, este dolor que ellos mismos sufren por regresar en condiciones difíciles, sea convertida en actitudes agresivas. De allá la formación de pandillas, de allá el ser ellos los líderes sobre todo en cosas delictivas. Esto sí es un fenómeno que, como dato de observación, a mí me parece que es parte de la vulneración de este factor de protección que nuestras comunidades indígenas tienen, y que ha sido hecha por parte de los migrantes que regresan, concluyó.