16 de junio de 2012

Entre el 20 y 40% de las casas tienen criaderos de mosquitos

El dengue es un problema cultural, de responsabilidad familiar, porque se propaga por la falta de saneamiento, lo que se puede entender cuando se sabe que en todo el país, e incluso en Mérida, el promedio de casas que tienen criaderos de mosquitos activos va de entre el 20 y el 40 por ciento. Cuando se hacen campañas baja, puede bajar hasta 4 ó 5 por ciento, pero al mes vuelve a subir, porque la gente no desarrolla las actividades que deben ser de su responsabilidad.


Eso dijo ayer el Dr. Jorge Fernando Méndez Galván, investigador del Sistema Nacional de Investigadores y del Cinvestav, en el marco del encuentro académico que se realiza en la Facultad de Medicina con motivo de su 179 aniversario.

Durante su conferencia magistral también informó que hay 5 vacunas que se están desarrollando, pero no se contará con ninguna de ellas antes de 2 a 5 años; por eso es muy conveniente entender que además del dengue hay otras enfermedades que se facilitan al tener un ambiente sucio o un descuido en la higiene de las personas.

“El dengue sigue siendo una responsabilidad familiar. El control más adecuado va a ser realmente cuando la familia tenga limpios sus patios, que tenga cuidado con el agua que tenga estancada”, precisó.

Méndez Galván subrayó que cuando hay fracasos contra el dengue se deben a la falta de saneamiento, y que debemos tener presente que hay diversas enfermedades que se facilitan al tener un ambiente sucio o un descuido en la higiene de las personas. Por ejemplo, casi todas las diarreas infecciosas son producidas por contaminación de los gérmenes, mismos que luego ingerimos, lo que puede ser por contaminación de los alimentos, o contaminación del agua, o directamente contaminación de nuestras manos si nosotros nos metemos la mano a la boca o agarramos la tortilla y la comemos. Y hay que tener en cuenta, explicó el entrevistado, que casi todos esos gérmenes provienen de excremento, y que es un gran número de diarreas las que se producen así, tanto por virus, parásitos o bacterias.

El cólera, la fiebre de tifoidea, el rotavirus, por mencionar tres de las más enfermedades más representativas, se producen así, pero tenemos otras que son muy importantes por la contaminación ambiental. A principios del 2009 tuvimos el problema de la influenza, que se transmite por contaminación de los fluidos que nosotros tenemos, principalmente saliva y mucosidades. Contaminamos el ambiente al estornudar y no taparnos la boca, o cuando después de sonarnos la nariz o tocarnos la boca o la nariz no lavamos nuestras manos, pues contaminamos objetos que después alguien agarra y también se contamina.

De hecho, el 80% de la influenza se transmite por la contaminación de algo que nos llevamos a la boca y que podría ser eliminado si nos lavamos las manos, si estornudamos adecuadamente, si nos sonamos y damos una disposición final a los papeles usados y luego usamos el alcohol sólido para matar los gérmenes.

—Entonces imagínense, un ambiente sucio con una higiene inadecuada, pues es lo que está produciendo la mayor parte de las infecciones en niños, también en adultos, pero principalmente en niños, y es también lo que produce una gran cantidad de muertes en el mundo. En México se ha bajado mucho el índice de muertes, pero sigue siendo un riesgo.
Puso otro ejemplo:

—Pasa con el cólera que cuando se muere un vecino la gente se lava las manos, hierve el agua, lava los alimentos y se cuida, pero al paso del tiempo se les olvida y ya no se lavan las manos ni cuidan la limpieza de los alimentos. Es un problema cultural, igual el dengue.


En dos años ya no habrá dengue aquí

Sobre si se aplicará en Yucatán la vacuna del dengue cuando salga, Méndez Galván señaló:

—Yucatán podría ser un sitio donde se aplicara por primera vez la vacuna. Pero el dengue va caminando, hay lugares donde hay más, y de aquí a dos años ya no va a haber dengue; entonces para qué aplicamos la vacuna aquí. A lo mejor tenemos que ir a otro lado a donde vaya caminando el dengue y empiece a subir, porque allí va a ser más útil que aquí. “Si en los dos últimos años han tenido brotes muy grandes de dengue, para los siguientes años va a bajar, a menos que llegue uno de los serotipos que no ha circulado aquí en los últimos años, que ha sido el serotipo 3”.

Pobreza no significa suciedad

También invitó a pensar en que, si no hay saneamiento, se acaba el dengue, pero viene el virus del Nilo, y llegan otros virus que vienen amenazando desde África, que ya pasaron a Asia y de los que ya hay brotes. Hay uno que se llama Chicongunya, es un virus menos agresivo que el dengue, pero cuando hay epidemias muy fuertes, hay muchas personas que llegan a tener complicaciones de encefalitis por este virus. Y cuando son muchos miles, entonces sí hay muchos casos graves, y se viene a sumar otra enfermedad facilitada por el pobre cuidado que le tenemos a las casas. Ese es un mensaje muy importante, que independientemente de que tengamos la vacuna, tenemos que seguir haciendo un gran trabajo de saneamiento de las casas, pues la gente puede ser pobre, pero no tiene porqué ser sucia. El dengue y las diarreas, y el cólera estarán presentes si seguimos descuidando el ambiente, concluyó.