Los neumáticos se tienen qué cambiar por el desgaste propio de la velocidad, cargas y condiciones geográficas en las que se conduce un vehículo, así como por la forma de manejar. No obstante, es posible prolongar su vida útil.
Lo que se debe evitar es el maltrato de la banda de rodado por una presión o alineación incorrectas.
Por ello, hay que saber cuál es la presión adecuada para los neumáticos del vehículo que se maneja. Si se desconoce esta información, se puede consultar el manual del auto.
Después es obligatorio ver si la presión actual es la necesaria. Se puede usar un indicador o acudir a una gasolinera, donde el personal de servicio puede ajustar los neumáticos.
La presión también depende de si el vehículo se conduce mucho en carretera o en ciudad.
Para detectar el desgaste de las llantas, éstas tienen barras indicadoras ubicadas en el fondo de los surcos, denominadas Indicador de Desgaste de la Banda de Rodamiento “Tread Wear Indicator” (TWI) en inglés.
Su posición la encontrará observando una marca en el lateral del neumático a la altura del rodado. El indicador mide 1.6 mm. Hay que asegurarse de que el dibujo de la banda de rodamiento no alcance dicho valor.
Por último, se deben rotar las llantas a partir de cada 6,000 kilómetros, aunque pueden ser 10,000 si el vehículo se utiliza con poca frecuencia. También es válido hacerlo cada que al auto se le realice un servicio como el cambio de aceite.
La rotación se hace en pares: las dos llantas traseras se pasan al frente y viceversa. Esto tiene qué hacerse también de forma invertida en la rotación siguiente: que la llanta trasera izquierda sea la delantera derecha. Asimismo, en algún momento se inveritrán de lado las traseras y delanteras entre sí.