Descansar y olvidarnos de las preocupaciones, eso es lo único que
queremos cuando salimos de vacaciones. Pero, ¿cómo podemos estar
tranquilos sabiendo que pueden robar en nuestra casa? Para desconectar
del todo y disfrutar de un merecido respiro, debemos tener en cuenta una
serie de recomendaciones:
Las ventanas, puertas y balcones tienen que quedar bien cerrados.
Sobre todo si dan a lugares desprotegidos como patios interiores o
calles oscuras y poco concurridas. Estas entradas están más ocultas a la
vista, y los ladrones saben que nadie va a verles entrar.
En las casas con jardín, es mejor podar puntualmente los árboles y arbustos. Así evitamos que sirvan de escondite para los ladrones.
Los ladrones roban sobre todo por la noche. Mientras
los vecinos están durmiendo. Por eso es importante tener bien
iluminados los alrededores de la casa. Siempre hay que dejar una luz
encendida cerca de la puerta de entrada. Así, evitamos que pasen
inadvertidos.
Desde el exterior, la casa nunca debe parecer deshabitada. Por eso es recomendable:
- No bajar del todo las persianas.
- Dejar prendas de ropa tendidas.
- Programar temporizadores para que las luces, la televisión o la radio se enciendan periódicamente.
Estas
medidas son muy efectivas para confundir a los ladrones. De esta forma,
pensarán que hay personas en el interior, y descartarán la idea de
entrar a robar.
Siempre se deben dejar cerradas las llaves principales del gas y el agua.
Por el contrario, no hay que desconectar la electricidad. Así, el
timbre de la puerta podrá sonar cuando llamen y no sospecharán que la
casa está sola.
No hay que decir en público que nos vamos, ni dejar notas en la puerta indicándolo. A la hora de contar nuestro plan de vacaciones a familiares y amigos, es mejor que lo hagamos en privado.
No es conveniente dejar objetos valiosos en las terrazas aunque tengamos la certeza de que están protegidas con rejas. Podrían llamar la atención de los ladrones. Ni siquiera en casa.
Tampoco es recomendable dejar guardados objetos de valor o dinero en el interior.
Los ladrones conocen perfectamente dónde se suelen esconder. Es
preferible llevarlos a la caja de seguridad de un banco. También se
pueden entregar a una persona de confianza que no vaya a salir de
vacaciones.
Es muy importante tener cuidado con las llaves de casa: Para que no
se acumulen cartas y propaganda en el buzón, alguien de confianza debe
quedarse con una copia de la llave. Así, podrá vaciar el buzón.
Conviene no dejar las llaves al alcance de cualquier desconocido.
Los ladrones siempre empiezan a buscar en los típicos escondites:
debajo de las plantas o del felpudo. No debemos escribir el domicilio en
el llavero. Hay que evitar dar a conocer estos datos.
Generalmente, los ladrones roban para vender los objetos de valor.
Es bueno hacer un inventario de nuestras joyas y aparatos tecnológicos.
Así, en caso de robo, podremos indicar a la policía los objetos que
faltan. Si sabemos la marca, modelo y número de serie, resultará más
fácil localizar mejor nuestras cosas.