16 de marzo de 2012

LOS DETALLES CON LA PAREJA HACEN QUE LA RELACION PERDURE


Algo curioso que se ha puesto de moda entre los jueces de Estados Unidos. Sucedió que una esposa dolida y enojada se había quejado del desapego, frialdad e indiferencia de su esposo ya que nunca le decía un piropo o elogio a lo que rodeaba y hasta se había olvidado de felicitarla u obsequiarle algo el día de su Cumpleaños, Aniversario, Día del amor, Navidad y otras fechas importantes.
Después de amonestar al cónyuge le pusieron como castigo la cárcel por el daño moral ejercido en ella, divorcio o llevarla a cenar, comprarle regalos, rosas, tratarla como una mujer y no como un mueble más de la casa, desde luego que éste despertó de su ausentismo y prefirió lo tercero.
Y esto da pauta a preguntarles: ¿Cuándo fue la última vez que le regaló o le dijo algo agradable y elogioso a su esposa? Las disculpas y olvidos están demás, Tal vez usted le eche la culpa a las múltiples ocupaciones que tiene en el trabajo, los gastos de la casa, los niños, etc. Pero si pudieran penetrar en lo más profundo de los sentimientos de una mujer se darían cuenta que con tan sólo una palabra, un gesto de caballerosidad, un detalle o una caricia la harían muy feliz.
Muy pocas personas se percatan de lo mucho que los seres humanos necesitamos de un abrazo, una caricia o elogio, esto viene siendo como un estímulo a su persona, mejor aún si esto viene acompañado de una palmadita, un beso, etc. Es el lustre que mantiene la brillantez de cualquier relación, buscar en todo algo digno de admiración.

Desgraciadamente aunque parezca mentira, es en el hogar donde menos se prodigan los elogios, y muchas veces la mujer, esposa y madre, se ve relegada a su simple papel de ama de casa, nadie se fija en los miles de detalles caseros que esas prodigiosas manos realizan día a día y así el tiempo pasa entre los deberes y cuidados hogareños, entre la rutina conyugal.
Hasta el sexo se vuelve rutina, porque algunos cónyuges son egoístas, exigentes y capataces de hogar, y muchos de estos fracasos matrimoniales se deben a la rutina y frialdad que han dejado entrar a su hogar, porque las cosas ya no les parecen tan interesantes y románticas como antes, y la misma convivencia suele hacer ver, en ocasiones, a nuestra pareja como un mueble más de la casa. Esto en el tiempo se vuelve silencio que corroe el alma, enciende la ira y el rencor, impide hablar, aclarar, perdonar a nuestra pareja.
Por eso yo insisto, amigos, en la importancia de ser detallista con su esposa. Enamórenla, busque algo digno de admirar cada día en ella, olvídense de críticas, ofensas, errores o defectos (que todos tenemos), fíjense en el esfuerzo que hace por ponerse a dieta, cambiar de imagen sólo para ustedes. Con cariño y comprensión ayúdenla a mejorar su aspecto y actitudes, cuéntenle un chiste, lo que lee en el periódico o hace en el trabajo, hablen de lo que les gusta o disgusta. ¡Díganle algo bonito cada día! Y las verán más guapas, porque muchas mujeres como la del comentario mencionado en las noticias sólo esperar para nutrirse como el agua alimenta a la flor.

Para el amor no hay edad, todo lo que se hace en pareja tiene el poder de conjugar emociones y sentimientos favorables que propician la unión, un beso, un abrazo tienen el poder de derrumbar cualquier obstáculo o barrera de frialdad de frialdad o resentimiento.
Tal vez le parezca una idea loca, pero el buen humor juega un papel muy importante. Si están enojados cuéntele un chiste, dígale lo que escuchó o vio una figura fantasmal por la cocina y mientras ella baja la retaguardia y averigua, aproveche tomarla de la cintura para darle un beso y revolverle el cabello, luego viene la disculpa el perdón y aclaren con calma todo aquello que fue la amenaza de la discordia. Aunque no esté muy de acuerdo con ella dígale si a todo, esto hará que se calme y ya no sentirá tantas ganas de discutir, porque se dará cuenta que aquello que parecía amenazar su vida matrimonial no tiene importancia.

Usted nunca le dio valor porque lo primordial está en su casa, invítela a salir y tengan un momento sólo para ustedes, esto es signo de amor y de un verdadero caballero.