28 de febrero de 2013

VECINO VIGILANTE YUCATAN.- YUCATAN NECESITA MAS INFRAESTRUCTURA PARA DISCAPACITADOS


Según cifras del Inegi, en 2010 estaban registrados 124,638 yucatecos con alguna dificultad física o mental, lo que representa el 6.4% de la población total, muy por encima de la media nacional que es de 5.1%. De acuerdo con ese organismo, la movilidad es la discapacidad con mayor frecuencia en Yucatán y por cada 100 personas con limitaciones, más de la mitad se refieren a caminar o moverse; el segundo tipo de limitación son los problemas visuales, aun utilizando lentes, lo que representa el 25.8%. Le siguen: el 11 %, dificultades para oír; el 7.9%, para hablar o comunicarse; el 5.8%, para atender el cuidado personal; 4.2%, poner atención o aprender y el 8.6%, de tipo mental.

Los datos señalan que en cuanto a la discapacidad en Yucatán se identifica que el 15.3% es por nacimiento; el 42.3%, por enfermedad; el 12.6%, por accidentes; el 25.2%, por edad avanzada, y el 6.9% otras causas. AVANCES. A pesar de todos estos porcentajes y la gran cantidad de personas con alguna discapacidad, en Yucatán no existe una cultura de atención a la discapacidad, explica Mario Belmont Suaste, discapacitado motriz y activista de los derechos de los minusválidos.

Los discapacitados no están considerados ni en edificios públicos, centros de diversión, teatros, cines, restaurantes. En estos lugares, ni siquiera con sillas de ruedas cuentan para su servicio. Manuel Chan Estrada, funcionario de la dirección de Protección Civil del gobierno del estado, afirma que no todo está mal en atención a los discapacidades; hay avances, dice, aunque pocos ciertamente.

En el caso de los edificios públicos, explica, desde el año pasado los discapacitados ya tienen acceso a los juzga- dos, ubicados en la planta alta del penal meridano, donde hasta hace poco era penoso ver todos los días las peripecias de los discapacitados y sus familiares para subir o bajar por la escaleras: ancianos, heridos con muletas, ciegos, y hasta litigantes que utilizan sillas de ruedas. Asimismo, agrega el funcionario, ya hay algunos fraccionamientos que construyen casas especialmente diseñadas para los minusválidos, como Bosques del Poniente, donde las rampas para discapacitados cuentan con un pequeño “tope” y una textura diferente de pavimento.

Tareas tan comunes, como realizar trámites en el Seguro Social o en el algunas dependencias estatales o federales, por ejemplo, son, en muchas ocasiones, una labor imposible. VIACRUCIS. Si para un discapacitado transitar en su propio vehículo es difícil, también es hacerlo en sillas de rueda, que es un verdadero Viacrucis, principalmente en el centro de la ciudad, pero también en muchas colonias, donde de plano los discapacitados ni intentan transitar, porque las aceras están en pésimo estado y las rampas mal diseñadas.

En el centro, por ejemplo, dice Belmont Suaste, caminar por las aceras es complicado, ya que están llenas de postes, de contenedores para la basura, de vendedores ambulantes. Las aceras son tan angostas y con tantos obstáculos, que los discapacitados en silla de ruedas debemos bajar a la calle, en tanto que las rampas a veces tienen obstáculos que impiden que subamos las sillas de rueda. Asimismo, el acceso a edificios, restaurantes, teatros o cines más bien parece una “misión imposible”: no hay suficientes rampas de acceso y pasamanos, baños especializados ni tampoco asientos reservados para discapacitados.

Las dificultades para transitar por las calles hace que ya no queramos enfrentarnos cada día a la tarea de recorrer la ciudad en silla de ruedas, una labor que es muy difícil de realizar.

Por eso es necesario que los constructores, ingenieros, arquitectos, empresas, y las diferentes autoridades tomen en cuenta a la hora de planear un edificio, comercio, etc. que piensen en los accesos para apoyar a la gente con discapacidad, para que tengan la facilidad de ir a los sitios públicos, cines, teatros, plazas, museos, baños, pasillos, escaleras, etc. y hacerles la vida un poco mejor. Ya que esto es responsabilidad de los ciudadanos y las autoridades.