Aunque su impacto ambiental no causa de manera inmediata ni directa males severos , salvo en casos extremos como las explosiones, puede provocar deterioro en la salud mental de las personas, el aumento de enfermedades de tipo nervioso y repercutir en la concentración, la productividad laboral e intelectual. Asimismo, produce daños irreparables en el oído.
Una buena idea para combatir la contaminación por ruido es evitar tocar el claxon cuando te encuentres en el tráfico. Hay que pensar en los demás y el mejorar este problema es sólo cuestión de serenidad y respeto.