El hecho de escribir una carta en papel, doblarla y ponerla dentro de un sobre al que se le adhiere un ‘timbre postal’ aun no pasa de moda en Yucatán, principalmente entre
las personas adultas mayores quienes se niegan a dejar morir esta costumbre, que ante el surgimiento y avance de la tecnología como el ‘E-Mail’ o ‘correo electrónico’, han visto como se ha ido desplazando entre las nuevas generaciones a ‘Correos de México’, que hoy en día es visitado mayormente por estas personas, informó Silvia González Córdova, encargada del Centro de Atención al Público de la Oficina de Correos.
Platica que aunque hoy en día, el correo postal es más un símbolo de romanticismo para las personas, los abuelitos yucatecos prefieren mantener vivo ese ‘romance’, en donde aún es posible ver que muchas mujeres y hombres de edad avanzada, aún conservan cartas guardadas en alguna caja o baúl, como si se tratara de un tesoro, que encierra y guarda letras, algunas de ellas prohibidas y sugerentes de viejos amores, y otras quizá la mayoría, con las ‘buenas nuevas’, que solían darse a través de una carta.
Muchos de los abuelitos que llegan a la oficina de correos, prefieren escribir a la manera tradicional en vez de usar el E-Mail, ya que piensan que no sólo se trata de una costumbre, sino que en el papel se plasma el sentimiento de la persona y muchos aseguran, que una carta posee un alma propia y es capaz de transmitir sentimientos, incluso con la forma de las letras y los trazos.
Para muchos de ellos es muy significativo el escribir una carta en papel, doblarla y ponerla dentro de un sobre al que se le adhiere un ‘timbre postal’ que incluso provocó en años anteriores que miles de personas tuvieran la afición de coleccionar estas estampillas, convirtiéndose en ‘filatelistas’ que aún hoy en día, conservan timbres de gran valor.
Por esta razón y gracias a nuestros abuelitos, Yucatán es uno de los pocos estados en donde aún prevalece el envío de cartas a través de ‘Correos de México’, debido a que el avance y uso de la tecnología no ha provocado que esta vieja costumbre de escribir y enviar una carta, usada por esos hombres y mujeres de porte elegante y edad avanzada, se niegue a morir. (Eduardo Rivera)