4 de junio de 2012

Muchos comerciantes prefieren vender sus negocios por temor a que les cobren “derecho de piso”.



Una parte obedece a la crisis económica pero más que nada a las fuertes presiones del crimen organizado que pretende cobrar “derecho de piso” a cientos de comerciantes y grandes empresarios de la ciudad, es el auge de las extorciones.

Al puro estilo de la mafia siciliana, bandas de sicarios y criminales consumados operan impunemente en todo Cancún, desde la Zona Hotelera hasta la avenida Yaxchilan, el corazón mismo de la ciudad.

Con rostros patibularios, siempre al amparo de las dos organizaciones que se han apoderado de este destino turístico, “Los Pelones” y “Los Zetas”, se presentan ante propietarios de establecimientos de toda índole, desde zapaterías, ópticas, restaurantes, hasta grandes compañías ferreteras, hoteles y negocios de primer nivel.
Les hacen saber con todo cinismo que conocen su identidad y la de sus familiares, nombres y apellidos de sus hijos, escuelas y deportivos donde asisten, fechas de cumpleaños y propiedades que tienen, no hay necesidad de que les muestren armas, la mirada y el conocimiento de sus vidas son suficientes.

Aunque formalmente el estado mexicano no le llama “Guerra Civil”, sino “Combate al Narcotráfico y el Crimen Organizado”, en el teatro de las operaciones la población ya encara las secuelas de esta encarnizada lucha.
Empresarios y comerciantes se exilian de Cancún por miedo, Es un reflejo de la incapacidad del Estado por dar seguridad.