3 de septiembre de 2020

El cinturón de seguridad es uno de los inventos que más vidas ha salvado.


El cinturón de seguridad es, según la Organización Mundial de la Salud, uno de los inventos que más vidas ha salvado. En España son obligatorios en carretera desde 1974 y en zona urbana desde 1992. Los cinturones forman un conjunto de seguridad con los otros sistemas principales de retención, como el airbag, sistemas de retención infantil y reposacabezas. Pero debemos saber que estos últimos pueden resultar ineficaces si no llevamos abrochado el cinturón de seguridad.

El cinturón es el elemento más importante para la seguridad pasiva, dado que hace de freno de nuestro cuerpo en caso de impacto. En contra de lo que pudiera parecer, el cinturón no sirve para que los pasajeros no se muevan en caso de choque, sino para que amortigüen su deceleración. Además, el cinturón está hecho para estirarse; no es que sus fibras sean elásticas, sino que están tejidas para que pierda anchura y gane longitud con el fin de no causar lesiones graves al usuario.

Cuando se va en un vehículo, especialmente el conductor debe tener en cuenta algunas cuestiones muy importantes respecto al cinturón de seguridad. Por ejemplo, en el caso de colisiones frontales, el uso del cinturón divide por nueve el riesgo de fallecimiento y de heridas graves en la cabeza además de reducir a una cuarta parte el riesgo de heridas, fracturas y lesiones de otro tipo. Y en el caso de colisiones por alcance, reduce a la mitad el riesgo de muerte o de heridas graves.

Son cuestiones válidas tanto para las plazas delanteras de cualquier tipo de vehículo como para las traseras. Ponerse el cinturón en las plazas traseras es tan importante como hacerlo en las delanteras ya que se evita el desplazamiento excesivo del ocupante en caso de impacto frontal, así como un movimiento conjunto de asiento y pasajero en el caso de choque lateral. Por otro lado, los pasajeros de detrás van exactamente a la misma velocidad que los de delante y están sometidos a la misma deceleración en caso de impacto.

Partes de un cinturón

El mecanismo de un cinturón de seguridad, de diseño modular, consta de los siguientes sistemas:

Sistema de bloque angular, que impide la salida de la cinta cuando la inclinación del cinturón en el plano vertical paralelo a la dirección de la marcha excede un valor determinado. Actúa en caso de vuelco.

Sistema de bloqueo por sensibilidad de cinta o de vehículo, que impide la salida de cinta cuando el ocupante se mueve bruscamente hacia delante. Actúa sobre todo en choques frontales.

Sistema limitador de carga. Además de la elasticidad propia de la cinta del cinturón de seguridad destinada a absorber la energía, los cinturones suelen estar dotados de sistemas limitadores de carga (en retractor, hebilla o anclaje), que permiten que salga una cantidad controlada de cinta cuando la fuerza sobre pecho o pelvis ha alcanzado unos valores predeterminados, para causar el menor daño posible.

Tipos de cinturón

Existen cuatro tipos básicos de cinturones de seguridad, cuya utilidad y eficacia en caso de sufrir algún siniestro varían de manera considerable:

Abdominales, que consisten en una cinta que va de un lado a otro del abdomen (típicos de los asientos de los aviones). En estos, la sujeción que proporcionan no impide que la cabeza y tórax puedan sufrir un importante desplazamiento hacia adelante. Por ello, hoy sólo se instalan en las plazas centrales traseras y tienden a desaparecer.

Torácicos, que cruzan diagonalmente el tórax y retienen el cuerpo mejor que los abdominales, aunque en ciertas colisiones puede producirse un deslizamiento de la persona que lo utiliza, pudiéndose lesionar de este modo el cuello, las vértebras y los pies. Por tal motivo, no son recomendables y ya no se utilizan.

Mixtos o de tres puntos de anclaje, que son una combinación de los dos anteriores. Sujetan el tórax y el abdomen, eliminando en gran medida el peligro de deslizamiento del cuerpo y de desplazamiento hacia adelante. Éstos se utilizan actualmente en todas las plazas delanteras y casi todas las traseras, y comienzan a sustituir a los cinturones abdominales en las plazas centrales traseras. En este vídeo vemos sus orígenes y funcionamiento:

Cinturones de tipo arnés, que pueden ser: de cuatro puntos de anclaje si están formados por dos cintas que sujetan los hombros, a las que se unen otras dos que rodean el abdomen y de seis puntos de anclaje si están provistos de dos correas más para las piernas. Son utilizados sobre todo en vehículos de competición, por ser más seguros, pues retienen totalmente el cuerpo, sin permitir que se desplace lo más mínimo.

Algunas instrucciones para el uso correcto del cinturón

Como complemento a algunas de las cosas comentadas anteriormente, a continuación se dan algunas recomendaciones básicas e importantes a tener en cuenta en relación con el cinturón de seguridad:

El cinturón debe estar ceñido al cuerpo. Para ello, no se deben utilizar pinzas o prendas demasiado voluminosas, como abrigos, ni tampoco poner nada debajo del cinturón, como por ejemplo una almohada, con el fin de ir más cómodo. Además la parte superior de la cinta debe pasar por la clavícula, entre el cuello y el hombro; nunca por el cuello, pues podría causar lesiones graves en caso de producirse un impacto.

Regular el asiento para que quede más o menos en ángulo recto y nunca demasiado inclinado, ya que esa posición puede favorecer la aparición del efecto submarino o facilitar que el cinturón produzca un estrangulamiento en caso de fuerte impacto y desplazamiento hacia adelante.

Comprobar el cinturón una vez abrochado para ver que no esté enganchado o enrollado en alguna parte de su recorrido, sin dobleces o retorcido dado que puede ser peligroso y además pierde eficacia. Una manera fácil de comprobar si funciona es dando un tirón brusco hacia adelante para ver si retiene. En el caso de sufrir un siniestro importante con el vehículo debe cambiarse el mismo ya que su trenzado ha podido perder eficacia o incluso tener alguna rotura en sus sistemas de anclaje.

Obligación de usar el cinturón excepto las mujeres embarazadas siempre que aporten un certificado médico en el que figure su estado y la fecha aproximada del alumbramiento. No obstante, el cinturón siempre es aconsejable guardando ciertas precauciones como por ejemplo, procurar que el cinturón no vaya sobre la zona del feto. Para ello existen a la venta algunos sistemas que permiten ajustarlo correctamente sin que oprima el abdomen y por supuesto, contando con las instrucciones del médico.

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