3 de septiembre de 2020

Síntomas de mal estado de los frenos: aprende a interpretarlos


De todas las situaciones mecánicas que nos pueden ocurrir durante nuestro viaje de vacaciones, la menos deseable es aquella que concierne a los frenos. Que fallen o que no nos respondan con eficacia es un síntoma de que la cosa puede acabar francamente mal. Pero con un buen mantenimiento podemos eliminar una variable de incertidumbre para su correcto funcionamiento. Lo más preocupante surge cuando reconocemos que un amplio porcentaje de los conductores no entienden los síntomas de un próximo fallo en el sistema de frenado. Vamos a enumerar situaciones de pérdida considerable de prestaciones de frenado que pueden darnos pistas sobre cómo están y qué podemos hacer.

Así funcionan los frenos del coche y así los estropeamos

En primer lugar hemos de saber que, hoy en día, los frenos más comunes son los de disco. Hace no tanto, se solían montar frenos de tambor en todos los coches, tanto en las ruedas delanteras como en las traseras, pero con la aparición de los de disco, el tambor se fue dejando de lado por su menor eficacia.

¿Y cómo funcionan los frenos de disco? Para descubrir mejor dónde puede estar la avería, hemos de conocer qué se activa cuando pisamos el pedal de freno. Al frenar, comienza a funcionar una bomba hidráulica que conduce el líquido de frenos hacia las pinzas de. Gracias a la presión del líquido, los pistones empujan las pastillas haciendo fricción contra el disco de freno. La energía cinética de esta acción se convierte en calor disipado y así el conjunto del vehículo decelera progresivamente.

De esta explicación podemos entender mejor qué componentes pueden averiarse y qué nos está diciendo el pie al tacto con el pedal.

Atentos a las señales del pedal de freno

Durante la circulación, los pedales transmiten prácticamente todo lo que va sucediendo en las entrañas del vehículo. Bien sea un neumático que ha perdido presión, irregularidades del terreno o cualquier tensión extraña al accionar el pedal, podemos deducir qué está pasando con nuestro coche.

Las vibraciones al pisar el pedal de freno son mala señal. No debemos confundir con lo que ocurre cuando tenemos ABS y éste entra en funcionamiento. Ante una vibración no prevista debemos acudir rápidamente al taller para revisión, porque puede ser algo relativo al sistema de frenos o del equilibrado de ruedas.

Hay que pisar más enérgicamente para conseguir la misma capacidad de frenado. Es posible que las pastillas o los discos necesiten revisión. Podría deberse a otras causas como la presencia de líquido sobre los discos o pastillas. Un profesional lo podrá solucionar.

El pedal de freno se hunde al pisarlo. Mucho ojo porque podemos tener poca presión en el circuito de frenado, poco nivel de líquido de frenos o unas pastillas pidiendo la hora.

Y si oigo ruidos… ¡Alerta!

Los ruidos nunca son buenos indicadores de que algo esté correcto en un coche. Si oímos un chirrido desagradable al aplicar presión sobre el pedal de frenado, ¡muchísimo ojo!

Este sonido puede avisarnos sobre la necesidad de un cambio rutinario de pastillas o bien de que haya un problema más grave. Las pastillas gastadas provocan que la fricción contra los discos se convierta en una dentera que es peligrosa dado que difumina cualquier frenada eficaz, poniendo en peligro a conductor y ocupantes, además de a los demás usuarios de la vía. ¿Qué otros problemas derivan del silbido de los frenos?

Polvo o humedad entre la pastilla y el disco: con un limpiador de frenos sería suficiente.

Las pastillas de freno se han cristalizado: Es el fallo más común. Se vuelven duros y pierden sus capacidades.

Falta de lubricación: entre la base metálica de la pastilla de freno y el bastidor de la pinza de freno. Basta con añadir un poco de pasta de cobre en la plaqueta de la pastilla.

Discos rayados: se producen por la propia fricción o por piedrecitas que se cuelan en el sistema. Si son demasiado acusadas, la pastilla no asienta perfectamente sobre el freno y vibra más de lo normal. Hay que cambiar el disco.

¿Cómo puedo evitar una avería en los frenos?

Lógicamente, el tipo de conducción que practiques es esencial para determinar los desgastes típicos que se van a producir en tu vehículo. Si abusas demasiado del pedal o si eres agresivo con él, puedes agotar sus propiedades de retención (fading). Además, si no ponemos en práctica las técnicas de conducción eficiente, o bien, si ignoramos por sistema las ventajas del freno motor, la vida útil de los sistemas de frenado disminuye.

Las claves básicas de este bloque se resumen en:

Procura ser suave en la conducción: Usa cada mando en su justa medida y alargarás la vida útil de los componentes.

Evita el sobrecalentamiento de los frenos: no abuses de los frenos y procura utilizar la retención por freno motor al bajar velocidades, sobre todo en ciudad.

Pon atención a los indicadores del salpicadero: si se encienden con algo relativo a los frenos, ve a que te los miren.

¿En qué casos me tocará pasar por el taller?

Las revisiones periódicas y las inspecciones técnicas son vitales para asegurar que nuestro coche pueda seguir circulando con normalidad y en niveles de seguridad estándar. En concreto, no tratemos de ahorrarnos dinero en el sistema de frenado, con la seguridad no se juega.

¿Por qué es una buena idea pasar por un centro especializado? A no ser que seas especialista, no podrás saber si tus pastillas de freno están homologadas. El número de homologación es ECE R-90 y eso nos asegura que cumple las normativas en cuestión de seguridad, en un taller solo utilizarán estos modelos. Además, en los centros técnicos te informarán más sobre qué sistema de frenado te están instalando.

En definitiva, es responsable saber detectar cuándo una pieza del sistema de frenado está fallando, conducir aplicando el sentido común y saber que cuando necesitemos los técnicos van a estar ahí para ayudarnos. Desde Circula Seguro os deseamos una buena vuelta a casa tras la operación retorno de las vacaciones.

No hay comentarios: