1. Detección
Los delincuentes no quieren que les cojan. Incrementando tu visibilidad ante testigos o llamando la atención sobre un asaltante es menos probable que se inicie una confrontación. Las estrategias para tomar conciencia del medio y los dispositivos de detección entran en esta categoría.
2. Intrusión
Un delincuente no puede asaltarte si antes no llega físicamente a ti. Estas tácticas conllevan asegurar tu medio para inhibir el acceso del asaltante. Mantener a personas indeseadas fuera de tu hogar y vehículo, o interponer una barrera entre tú y tú atacante son ejemplos de este principio.
3. Aislamiento
Lo más probable es que un delincuente te ataque cuando estás solo. El 96 % de los violadores comprueban que su supuesta víctima está sola antes de atacar. Cuanto mas probable sea que el asalto se vea interrumpido o sea visto, menos probable es que se inicie.
4. Respuesta
Responder para evitar un ataque es muy superior a reaccionar ante él una vez se ha iniciado. Las habilidades de respuesta comienzan por prestar atención a lo que te rodea y ser capaz de detectar y reconocer cuando estás siendo evaluado como potencial víctima. Esta estrategia se centra en localizar e identificar peligros potenciales y responder de manera tal que desbarate las situaciones volátiles.
5. Reacción
La reacción implica la toma inmediata de acciones físicas una vez has confirmado que estás siendo atacado. Cuanto más sabes sobre lo que tienes que hacer para evitar un ataque físico, y lo antes que planees esas acciones, mas probable es que tengas éxito al defenderte y ponerte a resguardo.
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