Los yucatecos deben valorar el tesoro arquitectónico que representa la Catedral de Mérida, cuya construcción, además de ser clásica del siglo XVI, es única por el diseño de sus bóvedas enrejadas, señaló José Carlos Palacios Gonzalo, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid.
El especialista dictó anoche la primera conferencia del ciclo que organizó la Arquidiócesis de Yucatán con motivo de cumplirse los 450 años de la llegada del primer obispo Fray Francisco Toral a Yucatán.
Al dar la bienvenida a los asistentes a la charla, en la Catedral, el Arzobispo Emilio Carlos Berlie Belaunzarán destacó la importancia del conocimiento histórico para conservar y cuidar nuestro patrimonio.
Palacios Gonzalo ofreció una charla más bien de carácter técnico, un poco orientado hacia los arquitectos, no al público en general, pero en una entrevista con POR ESTO! anotó que la Catedral es una iglesia típica del siglo XVI.
“Se trata de algo muy clásico, con columnas, es una iglesia que llamaríamos de planta de salón, porque tiene las tres naves a la misma altura y es una de unas proporciones y dimensión formidables”, indicó.
“Deben ustedes tener presente que esto es un tesoro arquitectónico, eso no sé si son conscientes, por eso hay que conocer el patrimonio y cuando se conoce en profundidad, que es lo que haremos, es cuando uno se da cuenta, ¡ah, tengo un mueble antiguo al que viene mi abuela!, es que esto es una cosa extraordinaria porque hay gente que ha estado acá y nunca ha prestado atención al inmueble”, anotó.
De paso comentó que la iluminación que mandó colocar el gobierno de Ivonne Ortega Pacheco en el inmueble es algo “muy acertado” para valorar aún más el carácter histórico del edificio.
“Digamos que el diseño de esta catedral renacentista es muy particular, es bastante especial, no se lo encuentra en ninguna otra parte. Curiosamente el diseño de estas bóvedas aparecen en un tratado de construcción del siglo XVI redactado en Jaén, precisamente por Andrés de Vandelvira, al cual atribuimos si no la construcción de estas bóvedas sí su concepción y su diseño”, apuntó.
“Era un tipo de bóvedas que antiguamente se le llamaba enrejada por esa forma de parrilla, como una reja, y, la verdad, para poderlas construir es muy especial”, dijo.
Destacó que Andrés de Vandelvira es oriundo de Jaén, de donde además vino el primer obispo, Francisco Toral, y “por eso hay una vinculación muy cercana”.
“Este arquitecto recoge en su tratado cómo deben construirse este tipo de bóvedas”, dijo y apuntó hacia el techo para destacarlo.
A una pregunta dijo que iglesias como la Catedral de Mérida son “poquísimas”. “Hay unas cuantas en el Sur de España y se terminó; sólo hay en Andalucía, en el sur de España, y luego ésta, pero ésta es la mejor no solamente de América, sino de Europa”, dijo.
A la fecha no se sabe quién fue el autor del proyecto de la Catedral, pero a raíz del descubrimiento de los tratados de los Vandelvira, es un hecho que ellos la diseñaron.
Mencionó que el tratado de Alonso de Vandelvira es importante para conocer el arte de la cantería y la forma en cómo se fue cortando la piedra para la construcción de la iglesia principal de Mérida.
Los arquitectos Vandelvira tuvieron una influencia importante en la construcción de catedrales en lo que se llamó la Nueva España, porque hubo un encuentro entre la cantería autóctona y la estereotomía europea, lo que generó ejemplos notables de la edificación en piedra, anotó.
La charla estuvo moderada por monseñor José Camargo Sosa y para hoy, a las ocho, está prevista la plática de Stella González Cicero sobre “El establecimiento de la sede episcopal en Yucatán”; mañana Sandra Bravo Guerrero dictará la conferencia “La Catedral de Mérida, develando sus secretos constructivos”; el jueves el historiador Jorge Luis Rodríguez Basora hablará sobre “Fray Diego de Landa, más allá del auto de fe de Maní” y el viernes Miguel A. Bretos hará lo propio con el tema “La gran casa de Dios en el centro de T´ho´o”. Todas las pláticas serán a las ocho de la noche en Catedral.