Como cada año, don Mario Ricardo Cuara Gradilla, de 52 años de edad, se viste de Santa Claus para alegrar a los niños en la Plaza Grande de la ciudad.
A diferencia de otros “Santas”, cobra 50 pesos para que los niños se tomen una foto con él. Esto lo realiza desde hace 27 años.
Don Mario relata que uno de sus hermanos es sacerdote y para acompañarlo se vestía de Santa Claus. “Él le llevaba regalos a los niños de los pueblos”, indica.
Su primer trabajo de Santa fue en el parque de la colonia Alemán. “Mi primer traje lo costuré, pero la tela no era muy resistente y se rompió mi pantalón, por eso ahora traigo doble”.
Explica que ahora los niños piden juguetes electrónicos pero no faltan las muñecas y los carritos. Recuerda que el año pasado la plaza estaba en remodelación y no pudo trabajar.
Aún no se acostumbra la barba pero con el tiempo le molesta menos. Cada año por estas fechas aumenta de peso para poder hacer del hombre de las carcajadas.
Su esposa es enfermera y tiene dos hijos; ha tenido diversos trabajos. Fue chofer de camiones y combis. Su último trabajo fue de vigilante y espera poder poner un negocio de tortas. Actualmente está asociado con un fotógrafo para trabajar de Santa Claus.