Advierten que “la instalación de la nueva mega-granja porcícola, no debería permitirse por el bien de la población yucateca”.
Homún, Yuc.- El poblado maya de Homún en Yucatán, es hoy observado debido a las múltiples violaciones a los derechos humanos que de acuerdo con diversos observadores, han cometido tanto la empresa porcícola Kekén, como diversos funcionarios incluyendo al Gobernador Rolando Zapata Bello, quienes no han permitido ejercer a los habitantes de esa zona, su derecho a la libre decisión sobre el tipo de actividades que son más convenientes en su territorio.
De acuerdo con el Dr. Francisco Bautista, del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la UNAM, “Unos 50 mil cerdos generan alrededor de 75 toneladas de excremento por día, unas 2250 toneladas por mes, por lo que los biodigestores para tratar estas cantidades de estiércol serán enormes y esto conlleva un gran costo”, aclaró. Esto es de suma importancia porque de acuerdo con el experto, gran parte de la ganancia en las granjas porcinas se debe al no pago de los pasivos ambientales, es decir, el deshacerse de los residuos con el menor costo posible; en otras palabras: “tirando los desperdicios a los cenotes”.
El hecho es que la granja de cerdos se instaló en una zona que es clave para la redistribución del agua que corre en el subsuelo, misma que alimenta a la ciudad de Mérida, razón por la cual diversos grupos de ambientalistas al realizar un estudio científico y detallado, han clasificado a la Reserva Geohidrológica del Anillo de Cenotes de Homún, como una zona de “Extrema vulnerabilidad”, por lo que el científico advierte que: “la instalación de la nueva mega-granja porcícola, no debería permitirse por el bien de la población yucateca”.
Las denuncias y el temor de los habitantes de Homún, son en virtud de que los desperdicios de los 49 mil cerdos (50 mil según datos reales) que se procesan diariamente en este complejo, van a dar a los mantos freáticos, contaminando de esta manera el agua que corre en el subsuelo. En el mapa se muestran claramente las zonas que son extremadamente más vulnerables a la contaminación del acuífero, y es allí donde no deberían instalarse las granjas porcinas; sin embargo, justo en esa zona, es en donde se ha autorizado la instalación del complejo porcino.
La Mega Granja de Kekén es administrada por la empresa PAPO que pertenece al corporativo de medios de comunicación SIPSE, establecido en la Península de Yucatán, y a través del cual el Gobierno emite comunicados a la población; razón por la cual no es extraño observar que la instalación de la granja contara con el aval del Gobernador Rolando Zapata Bello, incluso a pesar de que en 2013 el propio mandatario estatal firmó un decreto para establecer la Reserva Estatal Geohidrológica del Anillo de Cenotes como área natural protegida, y posteriormente él mismo contradiciéndose, autorizó el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA), para abrir la zona para la granja de cerdos.
De acuerdo con el especialista, la salud de la población se pondrá en riesgo si no se atienden las recomendaciones de los científicos, que han dedicado parte de su vida a estudiar los recursos naturales del Estado de Yucatán, y contrario a lo que mucha gente cree, el agua que alimenta la Península, no es tan abundante como para pensar que las operaciones de esta granja “no generarían efectos adversos”, por lo que el especialista detalló: “solo nos mueve la responsabilidad de decir lo que hemos encontrado en nuestras investigaciones”, tras advertir acerca de los peligros que conlleva la operación de la Mega Granja Kekén, en la zona maya de Homún.
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