24 de octubre de 2013. Un conductor en California viajaba a 150 kilómetros por hora en una carretera al oeste de Sacramento, en Lodi, mientras hablaba por su teléfono celular.
Impactó contra seis vehículos. En uno de ellos viajaba una familia de mexicanos, originarios de Guerrero. Murieron cinco: los padres, tres hijos, de 12, de seis y de cinco años. La madre estaba embarazada.
La policía investiga si el conductor que provocó el accidente había consumido drogas o alcohol.
El límite de velocidad de la carretera donde fue el choque es de 60 kilómetros por hora.
Ocho personas más resultaron heridas: cuatro se internaron en hospitales y una se encuentra grave; los restantes requirieron atención de paramédicos en el lugar del accidente.