“Consciente de que todo lo que en la vía empieza termina, sé
que mi Ferretería Palma, después de 63 años de estar funcionando en este puerto
en este puerto, cerrará sus puertas debido a la fuerte competencia de las
grandes cadenas, a mi edad y a los altos costos de operación de este comercio”,
dijo Don Miguel Palma Ramírez.
Agregó que “esta ferro-tlapalería, con 63 años de servicio
en el puerto, fue herencia de mi padre, fue herencia de mi padre que comenzó el
ramo ferretero primero en la calle 29 por 80, donde funciona una tienda de
telas y los últimos 25 sobre la 78 por 29 y 27, en el centro de la ciudad”.
Lleno de nostalgia, Don Miguel, quien labora en esta
ferretería con Daniel Díaz Díaz conocido como “Dano” o “El Cuñado”, quien desde
hace medio siglo labora en este comercio, al cual llegó cuando era un
adolescente.
Don Miguel mencionó que en la década de los 70. Progreso
tenía muchas ferreterías, de las cuales la “Palma” es la última que está próxima
a cerrar, de las varias que había, como La Joaquín González Rivero, Casa Ruíz, Ferretería
del Golfo, Ferro Tlapalería El Pescador que han desaparecido y hoy sólo son
parte de la historia, como lo será la Ferretería Palma de este puerto.
“La Ferretería fue un buen negocio en la década de los 70s
hasta los 90s, en esta se comercializaban clavos, tornillos, refacciones para
bicicletas, motocicletas, se hacía espejos a la medida, tuberías de cobre, galvanizados,
herramientas, llantas, acumuladores y todo lo relacionado al ramo para
avituallar embarcaciones pesqueras.
“Sin embargo. Al puerto comenzaron a llegar primero los
supermercados grandes que trajeron ferreterías, por cierto esta cadena hoy es
superada por otras más grandes a nivel nacional que las están acabando, como lo
hicieron con nuestros comercios, algún común en la vida, renovarnos o acabar y
esto e lo que sucede.
“Los años continúan su curso, hoy el puerto es una ciudad en
pleno desarrollo comercial, las grandes cadenas ferreteras han llegado al
puerto y como todas las cosas quedamos imposibilitados para competir con las
más grandes y sucede que desaparecemos, al no poder competir en precios con las
grandes ciudades cadenas.
“Sin embargo de esta ferretería, que será parte de la
historia del puerto, logré sacar adelante a mis hijos, hoy todos profesionistas
y han hecho de su vida profesional ajenos a la ferretería.
“Desde luego, los años son otro de los problemas que enfrentamos
los seres humanos, debido a que reloj del tiempo siempre va hacia adelante y
nunca retrocede, no hay que dejarlo pasar por alto, esta es una realidad que
pasará con muchos comercios locales que con el paso del tiempo irán
desapareciendo diferentes giros comerciales y prestadores de servicios.