“La enfermería es una labor humanitaria, tratamos con el dolor del paciente y no sólo luchamos por mitigarlo físicamente, sino también de forma espiritual, nuestra satisfacción más grande es verlo salir por esa puerta sano física y emocionalmente, esa es nuestra mejor paga”, señaló Magnolia Tuz.
Magdalena Cetz tiene 10 años como enfermera, tres de ellos en el HRAE, y asegura que la mayor satisfacción que le ha dejado esta profesión es sentirse más humana, más cerca de su prójimo y ayudarlo a recuperar la salud.