Como esa colonia se encuentra en la llamada “zona de traslape”, no recibe atención de las autoridades municipales de Kanasín ni de Mérida / Los vecinos demandan más vigilancia policiaca para abatir los robos, así como infraestructura educativa y actividades sociales y culturales
En su rústico comercio de frutas y verduras bajo un gastado toldo de tela a la puerta de su humilde hogar, en el que se gana el sustento diario de manera honrada para mantener a su familia, nos encontramos al Sr. Jesús Pascual López Cuxim, quien nos dice: “El vandalismo y falta de vigilancia hacen de esta colonia una zona muy peligrosa; antes venía la policía de Kanasín, pero hoy ni en la escuela primaria hacen acto de presencia; nuestras calles se encuentran muy deterioradas y sucias, tal y como usted puede observar; la drogadicción y el alcoholismo son adicciones muy presentes en Mulchechén; nos hace falta alumbrado público y otros servicios municipales, pero el Ayuntamiento de Mérida nos envía a Kanasín y el de Kanasín a Mérida, aunque en este último pagamos impuestos; como se dice, “se tiran la pelota”; padecemos robos y asaltos, sobre todo en la entrada de la colonia; la gran mayoría de los que aquí nos tocó vivir somos gente pobre y de los pobres muy poquitos se acuerdan; cambia algo en los tiempos electorales, pero luego todo vuelve a ser igual o peor, porque creemos en los políticos que vienen a pedir que votemos por ellos; nuestra juventud se encuentra desorientada y mal atendida en su mayoría por los padres; eso y la falta de vigilancia propicia delincuencia; las autoridades nos tienen prácticamente en el olvido y para nada se ocupan por la juventud; yo trato de ser un buen vecino y participar cuando se requiere, pero sí nos hace falta unidad; considero que aunque Mulchechén pertenece a Kanasín, el que cobra impuestos es el que debe brindar los servicios y en ese caso, pues a Mérida le corresponde; espero que con la presencia de POR ESTO! alguna autoridad recuerde que nosotros existimos. Gracias por haber venido”.
Ociosidad y vagancia entre jóvenes
La señora Carmen Ramírez Ramírez, madre de familia cuyos hijos asisten a la escuela primaria “18 de Marzo”, comenta: “De repente sí se asoma la patrulla de la SSP, pero no es constante; en la calle donde habito sí contamos con alumbrado público, pero hay otras calles de la colonia donde está muy oscuro; a mi sobrino le robaron una batería que llevaba adaptada en su tricitaxi para escuchar música; han estado robando mucho de eso; el servicio de transporte público lo considero bueno, pero no entra a la colonia, por eso la presencia de los trici y las mototaxis; no estoy enterada sobre robos a las casas, pero sí hay mucho consumo de licor y drogas; nunca debemos los padres darle malos ejemplos a nuestros hijos, debemos estar al pendiente de ellos y darles la información que requieran para que no la busquen en la calle porque puede ser mal orientados; nuestras calles están muy abandonadas y con mucha basura; el servicio de recoja domiciliaria es ineficiente, yo hasta el día de hoy tengo desperdicios que no han pasado a recoger desde hace varios días; yo observo que no hay unidad entre los vecinos, cada quien en lo suyo, pero sí hace falta la unidad vecinal para apoyarnos cuando se requiera; la ociosidad y la vagancia entre nuestros jóvenes es algo que abunda porque están faltos de actividades sanas”, finalizó.
Hay temor de salir por la noche
Don Francisco Montalvo Pech, propietario de un pequeño comercio, expresó: “A la colonia le hacen falta muchos servicios, sobre todo una escuela secundaria y unidades deportivas; nuestras calles y banquetas se encuentran pésimas; solamente contamos más al fondo con un pequeño parque que tiene una canchita; nos falta seguridad, no hay vigilancia; en las noches está terrible más al fondo, pues hay mucho pandillerismo; es una colonia muy abandonada; la mayoría de la gente es de muy bajos recursos económicos; proliferan los robos y los asaltos, se roban de todo; hace como un mes entraron a robar a mi casa; las calles están mal iluminadas y algunas en la total oscuridad; hay temor de salir por la noche; la gente que llega del trabajo y/o de la escuela cuando ya oscureció, se baja en la avenida y si no tiene para el mototaxi, tiene que caminar con lo que se arriesga demasiado, lo mismo hombres que mujeres; tenemos mucha insalubridad y cuando llueve los encharcamientos están a la orden del día y no se diga de los moscos; se han presentado muchos casos de dengue, inclusive fallecieron 2 personas de la colonia; los vecinos somos muy individualistas, no nos preocupamos por los demás y eso no es bueno, debemos de unirnos para mejorar y hacer que las autoridades nos atiendan, pero es difícil lamentablemente; tengan mucho cuidado; ha sido un gusto platicar un rato con ustedes”.
Alcoholismo y marihuana
El señor Sergio Miguel Canché Chan manifiesta: “Nos hace mucha falta que pavimenten nuestra calle, cuando llueve se convierte en un lodazal y nuestros hijos se enferman más; no por ser muy pobres debemos de ser abandonados; la basura es otro problema que padecemos en la colonia; todavía hay familias que no cuentan con servicios sanitarios y las necesidades se hacen en un excusado; no se nos brinda ayuda para resolver ese problema que sabemos es contaminante; los robos lo cometen chavos de otras colonias; la droga que se consume en la Mulchechén es por lo regular la marihuana y el trago; en la colonia hay muchos lugares para adquirir bebidas alcohólicas como en todos lados”, concluyó.
“Ya ni al parquecito vamos”
Doña Erika Cruz Javier y su hija Itzel Caamal Cruz comentan: “La verdad es que la colonia se encuentra muy abandonada; reparan las lámparas del parque y al poco tiempo se vuelven a quemar quedando a oscuras de nuevo; no hay vigilancia y cuando se requiere, hablamos a la policía y no tenemos respuesta, no nos apoyan; en el parque se ponen a tomar y le faltan el respeto a las personas, sobre todo a las mujeres; aquí en la colonia habitan muchos jovencitos que ni trabajan ni estudian, no hacen nada y son los que luego adoptan conductas erróneas, muchos de ellos se drogan; ahora tenemos miedo de salir sobre todo por las noches, ya ni al parquecito vamos porque hay inseguridad y por supuesto peligro; el transporte público no entra a la colonia y no nos queda más que caminar hasta la avenida o si pasa, abordar un mototaxi para que nos acerque; la relación entre los vecinos no es solidaria, cada quien en su casa y en lo suyo; a los hijos hay que darles buenos ejemplos, aquí en la casa no se tienen vicios y aunque somos pobres, procuramos salir delante de manera honesta; consideramos que hace falta procurar más oportunidades de escuela y de trabajo a la juventud, mi hija trabaja y estudia la carrera de psicología en la CTM; les hemos inculcado buenos principios; vean las calles qué sucias y descuidadas se encuentran, por más que solicitamos que se nos atienda, no nos hacen caso; si las autoridades vinieran a promover la participación nuestra para mejoría de la colonia, yo sí me apuntaría, pero ni a eso vienen. Gracias por habernos visitado, aquí tienen su humilde hogar”.
Para el señor José Martín Argáez, el principal problema de la colonia es el referente a la nomenclatura; manifestó su interés por una mejoría sustancial de Mulchechén y expresó que se encontraba de acuerdo con la mayor parte de lo manifestado por los otros vecinos entrevistados, sobre todo en lo referente a que falta oportunidades para la juventud; indicó que él estaría dispuesto a colaborar para que su oficio, que es la sastrería, sea aprendido por muchachos dispuestos a ganarse la vida de manera honesta; manifestó su confianza en que las autoridades promuevan talleres para aprender oficios, eventos deportivos y culturales; su yerno, que se dedica a la fabricación de piñatas, igualmente se ofreció para enseñar a los jóvenes esa artesanía tan preciada; por último, dijo que le gustaría que existiera más solidaridad entre los habitantes de la colonia para beneficio de ellos mismos.
Comentarios del reportero:
La colonia Mulchechén padece una preocupante problemática tanto social como de infraestructura de servicios públicos; sus habitantes son personas de clase baja y muy baja, pero llamó mucho la atención ver ciertas residencias bien puestas con vehículos de lujo en su interior; sin lugar a dudas la inseguridad, la insalubridad, el alcoholismo y la drogadicción son una constante en la colonia; el problema del pandillerismo y la delincuencia flota en el ambiente, sobre todo por la noche, tal y como lo constatamos durante nuestro recorrido nocturno; en los pequeños comercios que existen en el lugar es posible hallar productos básicos y algunos otros, lo mismo es la sucursal de conocida empresa de abarrotes yucateca que no hace mucho fue vendida por su heredero; en esta comunidad es escasa la infraestructura escolar porque solamente se cuenta con una escuela para preescolar, la “Eduardo Urzaiz”, y una para educación primaria, la “18 de Marzo”. Aunque una de nuestras principales intenciones era toparnos en la visita nocturna con jóvenes pandilleros para igualmente escucharlos, no tuvimos esa oportunidad. Hay que hacer algo urgente en la Mulchechén.
Agradecemos la amabilidad de las personas que aceptaron platicar con los enviados de POR ESTO! y les reiteramos que estamos a sus apreciadas órdenes.