Chetumal, Quintana Roo.- Convertidos en “Héroes Anónimos”, un puñado de personas logró el arresto de un par de ladrones de vehículos, luego de una peliculezca persecución protagonizada en el primer cuadro de la ciudad. La detención de los delincuentes comenzó luego de ser sorprendidos por la propietaria de un primer coche robado.
Rayaban las 19:40 horas, el centro de la ciudad capitalina lucía como una noche normal, las luces del alumbrado público iluminaban el andar de transeúntes, mientras que el vaivén de los autos marcaba la dinámica a una urbe de por sí tranquila.
Confundidos entre las familias, comerciantes y uno que otro despistado, un par de ladrones de vehículos, luego de husmear por las inmediaciones decidieron probar suerte en los cruzamientos de las calles Benito Juárez y Bugambilias, para su mala suerte las cosas no salieron como lo planearon.
El objetivo principal fue apoderarse de un auto japonés, la marca Nissan, tipo tsuru, es su favorita, debido principalmente a dos factores, el mercado negro demanda un gran número de estas unidades y la otra es que son fáciles de abrir.
Con una habilidad impresionante, asechar, forzar la chapa, violar el encendido del automotor y moverlo del sitio fue cuestión de segundos, sin embargo la propietaria de la unidad alcanzó a percatarse del despojo que del estaba siendo víctima por lo que decidió comenzar a perseguirlos, primero a pie, luego a bordo de otra unidad motriz asistida por un vecino.
Con los nervios a punto, la afligida mujer alcanzó a marcar el 066, en donde la operadora luego de aplicarle el kilométrico cuestionario de rigor recomendó que abandonaran la persecución para evitar algún accidente.
Luego de un par de acelerones y volantazos, entre la histeria y el coraje, los ánimos de derrota comenzaron a hacerse presentes. Sin embargo, al cruzar por las calles José María Morelos esquina Primo de Verdad todo cambió, el coche recién robado ahí estaba y sus nuevos posesionarios seguían haciendo de las suyas pero ahora con otro auto, de la misma marca y tipo. Las cosas salieron peor para los maleantes.
Tras cerrarles literalmente el paso bloqueando su continuidad en el camino y gritar por ayuda para detener al ladrón que se encontraba dentro de la unidad robada esperando a su compinche quien forzaba otra cerradura, la reacción de los transeúntes no se hizo esperar. El alboroto por los gritos de la desesperada propietaria del coche robado alertaron al dueño del vehículo que estaba en proceso de hurto, quien salió y procedió a someter al delincuente.
De donde salió una cuerda? Nadie sabe, sin embargo con ella amarraron a los ladrones a un árbol mientras llegaba la policía. Lo demás es historia, el procedimiento engorroso, la identificación de los rateros en el lugar de los hechos fue posible gracias a la aguda técnica de nuestras fuerzas del orden. Dicen que se llaman Alexis Márquez Hernández y Manuel Gómez Tut, quienes hoy se encuentran en espera del peso de la ley.
Rayaban las 19:40 horas, el centro de la ciudad capitalina lucía como una noche normal, las luces del alumbrado público iluminaban el andar de transeúntes, mientras que el vaivén de los autos marcaba la dinámica a una urbe de por sí tranquila.
Confundidos entre las familias, comerciantes y uno que otro despistado, un par de ladrones de vehículos, luego de husmear por las inmediaciones decidieron probar suerte en los cruzamientos de las calles Benito Juárez y Bugambilias, para su mala suerte las cosas no salieron como lo planearon.
El objetivo principal fue apoderarse de un auto japonés, la marca Nissan, tipo tsuru, es su favorita, debido principalmente a dos factores, el mercado negro demanda un gran número de estas unidades y la otra es que son fáciles de abrir.
Con una habilidad impresionante, asechar, forzar la chapa, violar el encendido del automotor y moverlo del sitio fue cuestión de segundos, sin embargo la propietaria de la unidad alcanzó a percatarse del despojo que del estaba siendo víctima por lo que decidió comenzar a perseguirlos, primero a pie, luego a bordo de otra unidad motriz asistida por un vecino.
Con los nervios a punto, la afligida mujer alcanzó a marcar el 066, en donde la operadora luego de aplicarle el kilométrico cuestionario de rigor recomendó que abandonaran la persecución para evitar algún accidente.
Luego de un par de acelerones y volantazos, entre la histeria y el coraje, los ánimos de derrota comenzaron a hacerse presentes. Sin embargo, al cruzar por las calles José María Morelos esquina Primo de Verdad todo cambió, el coche recién robado ahí estaba y sus nuevos posesionarios seguían haciendo de las suyas pero ahora con otro auto, de la misma marca y tipo. Las cosas salieron peor para los maleantes.
Tras cerrarles literalmente el paso bloqueando su continuidad en el camino y gritar por ayuda para detener al ladrón que se encontraba dentro de la unidad robada esperando a su compinche quien forzaba otra cerradura, la reacción de los transeúntes no se hizo esperar. El alboroto por los gritos de la desesperada propietaria del coche robado alertaron al dueño del vehículo que estaba en proceso de hurto, quien salió y procedió a someter al delincuente.
De donde salió una cuerda? Nadie sabe, sin embargo con ella amarraron a los ladrones a un árbol mientras llegaba la policía. Lo demás es historia, el procedimiento engorroso, la identificación de los rateros en el lugar de los hechos fue posible gracias a la aguda técnica de nuestras fuerzas del orden. Dicen que se llaman Alexis Márquez Hernández y Manuel Gómez Tut, quienes hoy se encuentran en espera del peso de la ley.