Las conexión inalámbrica y las redes Wi-Fi están presente en casi todas partes, los lugares más comunes son los centros comerciales, parques, hoteles, colegios, restaurantes, oficinas, bares, etc. Además, se encuentra en la mayoría de los hogares, ahora está la gran pregunta ¿presuponen un riesgo para la salud?
La Agencia de Protección Sanitaria de Gran Bretaña, en un estudio hecho en 2007 constató que "la radiación de microondas en el rango de frecuencia de Wi-Fi causa cambios de conducta, altera las funciones cognitivas, activa la respuesta de estrés e interfiere con las ondas cerebrales". También se mencionan los posibles riesgos para la salud de los niños que estudian en las escuelas con redes inalámbricas.
Asimismo, no hay que omitir que la radiofrecuencia de los teléfonos móviles e inalámbricos, de las torres de telefonía móvil y de las redes Wi-Fi emiten radiación que de una u otra manera, afecta a las personas que estén dentro de su rango de acción.
El estudio "Interphone", promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y publicado en "International Journal of Epidemiology", pese a no presentar evidencias concluyentes sobre la supuesta inocuidad de los terminales, levanta la sospecha. En una revisión del mismo hecha en Junio de 2010, se afirmaba que por cada cien horas de uso de teléfono móvil, el riesgo de meningioma (tumor cerebral) incrementa un 26 por ciento.
Fernando Pérez, vicepresidente de la Fundación para la Salud Geoambiental apunta que los niños son los más vulnerables, junto a las mujeres embarazadas, personas mayores y enfermos. "Todos los estudios epidemiológicos han demostrado efectos reales de las radiaciones en la salud y el desarrollo de los niños", explica Pérez.
No obstante, existen otras investigaciones que afirman que la exposición a este tipo de radiaciones es inocua. Pero si así fuera, ¿por qué en Europa están tomando medidas? uno de los ejemplos más decisivos llega del vecino galo. En Francia, se están eliminando las redes Wi-Fi en bibliotecas, colegios y lugares públicos, "pero en España la legislación data del año 2001, y establece unos límites máximos que son 4.000 veces superiores a los recomendados por los últimos estudios" registra Pérez.
Síntomas de una alta exposición a redes Wi-Fi
- Dolor de cabeza.
- Cansancio crónico.
- Dificultad para dormir.
- Palpitaciones.
- Dolor en el oído.
- Insomnio.
Medidas para protegernos de las radiaciones Wi-Fi
- Desconectar la conexión cuando no se esté utilizando, especialmente durante la noche.
- Sustituya el accesorio inalámbrico, mediante cable de red, o bien un PLC que permita usar su propia red eléctrica y enchufes como red local.
- No abusar del teléfono móvil. Lo mejor es utilizarlo con la función de "altavoz" activada.
- No utilice teléfonos inalámbricos DECT para su vivienda, los cuales emiten grandes dosis de radiación. Si no tiene más opción que utilizar un teléfono inalámbrico, mire las opciones tipo ECODECT, que al menos evitan la emisión cuando el teléfono está en su base.
- Acudir a un médico especializado para que nos realice una descarga de la radiación que el cuerpo haya podido absorber.
En conclusión, lo ideal es usar las redes inalámbricas con mucha prudencia, ya que al usarlas estamos exponiendonos a altos niveles de radiación, lo cual trae complicaciones para nuestra salud.
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