La historia de Mowgli, el niño de 'El libro de la selva', es rara. Pero pasar, pasa. De vez en cuanto salta a los titulares la hazaña de un menor que ha sobrevivido perdido en alguna parte del mundo. En este caso se trata de Karina Chikitova, una niña rusa de 3 años que estuvo 11 días (y sus noches) sola en un bosque de Siberia infestado de osos y lobo
La aventura de Karina comenzó cuando, acompañada de su perro, se internó en un bosque cercano a su casa en Saja, la región más grande Rusia, y donde las temperaturas nocturnas, en esta época del año, bajan hasta los 6 grados.
Si la niña permaneció tantos días a la intemperie fue a causa del grave error de sus progenitores. El padre de Karina partió de viaje por la mañana, sin darse cuenta de que su hija le seguía a pie. La madre, por su parte, pensó que la pequeña había montado en el coche de su marido. Las alarmas no saltaron hasta cuatro días después, lo que hizo que las labores de búsqueda se complicaran bastante.
Katrina, según ha publicado la prensa rusa, se hizo su propia cama de pasto sobre la que pasó las noches al aire libre, y sobrevivió gracias al calor que le proporcionó su perro, comiendo bayas silvestres y bebiendo agua de un río. Por lo menos los primeros nueve días, pues fue entonces cuando el perro volvió, solo, a casa. En ese momento, los equipos de rescate sufrieron un revés, "pensábamos que con el perro, la niña tendría más posibilidades de sobrevivir", explicaba The Siberia Times el portavoz de emergencias de Saja.
El perro, en cualquier caso, fue la clave para localizar a la niña, pues fue capaz de guiar a los equipos de emergencias hasta su paradero. Después de los primeros exámenes físicos y psicológicos, y ya en su casa, los resultados muestran que la traumática experiencia no ha dejado secuelas aparentes en la niña, a excepción de algunas picaduras de insectos.
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