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5 de julio de 2013

VECINO VIGILANTE YUCATAN.- Alrededor de 10 mil trabajadores y estudiantes arriesgan la vida en Bicicleta todos los dias en Merida, Yucatán


Ante la mirada indiferente de las autoridades municipales y estatales, alrededor de 10 mil trabajadores arriesgan la vida todos los días al circular en bicicleta por las calles de la ciudad de Mérida expuestos a ser atropellados por conductores de automóviles y camiones prepotentes y agresivos que los ven como un estorbo y no los respetan.

A este hecho se agrega la despreocupación de quienes pueden y deben implementar soluciones a favor de esos trabajadores que son ciclistas por necesidad, pues se insiste en desdeñar una solución tan sencilla y urgente como la delimitación de espacios en las calles para el tránsito seguro de los que andan en bicicleta.
Hay que destacar que esa falta de políticas verdaderas de vialidad a favor de los ciclistas se disfraza con una Bici- ruta dominguera en la que la gente participa por razones de diversión o salud, y que goza de todo un operativo de seguridad.
Sin embargo, esa Bici-ruta no congrega más que a unos cuantos cientos de personas, lo que evidencia una discriminación pues, por un lado, está esa Bici-ruta sobradamente atendida en cuanto a vialidad y, por otro, están los miles de trabajadores de escasos recursos que para ahorrarse unos pesos, aún a riesgo de su integridad física, salen a las calles todos los días en bicicleta.
Aunque están diariamente a la vista por todos lados, tanto en el centro como en los fraccionamientos y colonias, de ellos y de sus derechos nadie se acuerda, y ninguna autoridad municipal y estatal se preocupa por hacer más segura su presencia en las calles.
Pero debieran hacerlo, porque estos trabajadores, que son generalmente muy pobres porque tienen empleos eventuales o si los tienen fijos ganan muy poco, no se pueden dar el lujo de tomar camiones debido a que en pagar el pasaje se les iría una buena parte de su salario. De tal manera, sin saber si les tocará la suerte de sobrevivir, se resignan a montar su bicicleta y avanzar de ida a sus trabajos y de vuelta a sus casas buscando cuando se puede las calles menos transitadas, en las que de todos modos resienten el acoso y la presión tanto de los conductores que se creen dueños de la vía pública como de los que descuidadamente se pasan los altos.
La validez de estas consideraciones, por cuanto para muestra basta un botón, se ve reflejada en las siguientes entrevistas hechas a unos cuantos ciclistas trabajadores de todos los días, no domingueros.


Ciclopistas en todas las calles

Óscar Manuel Castro Vargas dijo que “cuando se es ciclista, se ven ciertas cosas que sí molestan, porque en las calles muy transitadas es muy difícil manejar. Como la 50”.
-¿No hay espacio para la bicicleta?
-¿Espacio? Espacio sí hay, lo que pasa es que a veces pasan muy pegado a uno.
-¿Qué se necesitaría?
-Unas ciclopistas en todas las calles.
-¿Desde cuándo eres ciclista?
-Hace tres o cuatro años, principalmente porque el transporte es muy caro y yo me muevo diariamente a 2 ó 3 lugares en toda la ciudad. Soy ventero, soy comerciante, vendo kibis.
-¿Entonces que piensas al respecto?
-Que sí sería bueno tomar medidas de prevención para los ciclistas.

Metro y medio en todas las calles

Don Freddy Alvarado señaló:
-Hay lugares donde a veces los vehículos no respetan el espacio del ciclista y se pegan mucho y hasta se cierran. El otro día estaba yo viniendo y se cerró un camión de la ruta de la Alemán y me estampé atrás porque me cerró el paso de golpe. Todavía se bajó y me dijo que yo me tuve la culpa porque yo me estoy metiendo. Entonces le dije:
-Pero yo estoy pegado a mi derecha, señor. Usted se está pegando de golpe para bajar pasaje y yo vengo a una velocidad que no puedo parar y me estampé. 
-¿Y qué hizo?
-Pues nada, que no quiso reconocer su error ese camionero y se fue. Mientras yo me quedé con la camba que se me dobló y se rompió un pedazo de un lado, y me la medio repararon. Así la estoy andando mientras.
-¿Qué pedirías a las autoridades?
-Pues que hagan un tramo para que los ciclistas andemos en las calles, en todas las calles, metro y medio que nos den de espacio para que podamos transitar libremente y tampoco perjudicar a los vehículos. 
-¿Desde cuándo eres ciclista?
-Desde los 15 años ando en bicicleta, y trabajo y hago mis chambitas. Vengo desde la Plan de Ayala Sur hasta el Siglo XXI a trabajar. No tengo trabajo fijo, estoy haciendo chambitas de albañilería y electricidad. Estuve trabajando en la policía 11 años, me dejó mi mujer y se fue a Chetumal, entonces le dije al oficial de turno en su momento que tenía un problema familiar. Me dijo que me vaya y que cuando regresara me presentara al servicio, pero al hacerlo me pusieron trabas. No era mal elemento, pedí permiso sólo por un problema familiar, y quisiera regresar, como policía soy una persona responsable. Ojalá me escuchen.

Siempre están a la carrera

Por su parte, don Juan Sánchez manifestó lo siguiente:
-No soy de aquí, soy del DF, pero he visto muchas cosas aquí tremendas y por eso yo, para salvarme, hago esas cosas de meterme en la banqueta, o de venirme en sentido contrario. Luego me llaman la atención, y les digo bueno, sí, está bien. Hay veces que atravieso los parques y las glorietas en bicicleta. Y me dicen: Bájese de la bicicleta. Pues sí, me bajo.
-¿Le han echado el camión encima al andar en bicicleta?
-En realidad todos los camioneros y los taxis se le meten a uno encima. No hay respeto. Una vez se metió una camioneta. Iba yo bien, en sentido derecho, y una señora que tenía prisa se me cerró por completo. Alcancé a frenar y ella quedó cerquita de la banqueta, y yo estaba en medio. Y luego empezó a caminar y yo me acerqué y le dije: Oiga, señora, no se fija de que hay gente aquí. Pero siguió en su camioneta hablando por teléfono.
-¿Qué petición haría a las autoridades?
-Que le llamen la atención a los camioneros y a los taxistas. Además algunos de nosotros, los ciclistas, no respetamos, creemos que le podemos ganar el paso a otros.
-¿No deberían usar casco como los motociclistas?
-No, porque no va uno a una velocidad tremenda. El motociclista sí, porque va rápido. Pero la bicicleta no, porque se pueden enfrenar rápido y hacerse a un ladito.
-¿Cómo ve Mérida usted que conoce la capital del país?
-Aquí fíjese que está el tránsito muy rápido. O se les va el tren o se paran muy tarde, pero siempre están en la carrera.
-¿Cuántas bicicletas cree que hay en la ciudad?
-Hay muchísimas, si tan solo vaya aquí a donde está la policía, vea cuántas bicicletas hay adentro del corralón. Detenidas o por atropellados. Una vez con unos amigos estuvimos calculando que hay más de 10 mil en las calles todos los días.
-¿Más de 10 mil?
-Pues yo creo que sí.

No miden que esté bien el ciclista

Don Eduardo Villanueva comenta:
-Son 4 vueltas que doy al día. Vengo en la mañana, salgo a comer, y luego en la tarde regreso aquí y vuelvo a la Vicente Solís. 
-¿Y cómo le va, cómo le tratan los automovilistas?
-Pues yo trato de evadirlos porque para estas horas por poco me llevan de corbata. Los coches pasan y no miden que esté bien el ciclista, siempre tiran a ocupar su espacio. Ahora yo tomo mis precauciones, aunque tenga yo preferencia, bajo la velocidad, viro a ver, y si veo que el tipo tiene prisa, dejo que pase y sigo de largo, porque si vas confiado te pueden atropellar. Así me pasó una vez, iba de noche y me llevé el alto y el carro que venía encima. Me estrellé y caí así, de bruces, el tipo se siguió de largo porque yo me tuve la culpa. Por eso mis hijos me dicen: Papá ya no estás para andar en bicicleta.
-¿Cuántos años tiene?
-69 años voy a cumplir. 
-¿Cómo le gustaría que fueran las cosas?
-La bicicleta para mí es más fácil de manejar, pero es muy peligroso aquí.
-¿Y si les dieran espacio en las calles?
-Sería fantástico, pero la gente es así, siempre parece que van a buscar herencia. 
-¿Tiene alguna otra motivación para manejar bicicleta?
-A mí me sirve porque de no manejar bicicleta, me imagino que por estar aplastadotes, a muchos de mis compañeros de mi edad, ya se les ve más achacosos que yo. Sin embargo, muchos me dicen: eres de buena madera.


Un área en cada calle para los ciclistas

Don Francisco Sosa dijo:
-¿Cómo son los otros conductores? –preguntamos.
-La verdad, muy descuidados. Yo veo que los automovilistas invaden el carril. No tienen precaución. Aquí no respetan los señalamientos, mayormente se pasan los altos. Uno va en el carril donde debe ir, y los automovilistas lo invaden. Además mayormente andan a mucha velocidad.
-¿Qué propondrías para mejorar la situación de los automovilistas?
-Poner señalamientos y aumentar las reglas para los automovilistas a favor de los ciclistas, o de lo contrario poner camellones para fijar un área de cada calle para que vayan los ciclistas. Un espacio adecuado para ellos.
Toda la gente anda corriendo y es un peligro, porque aunque vaya uno pegadito a la banqueta con su bicicleta, le tiran encima vlos vehículos. Ahorita casualmente, por poco me atropellan. No respetan al ciclista porque falta la ciclopista.
-¿Por qué cree usted que sucede eso?
-No lo sé, por algo el automovilista anda molestando siempre al ciclista. Ahora que también hay ciclistas que andan como locos.
-¿Qué piensa del uso del casco para los ciclistas?
-Yo pienso que es para las motos, por la velocidad. 


No respetan a los ciclistas

Don José Luis Basto May, de 50 años, opinó:
-No respetan a los ciclistas. No respetan el carril. Lo que se necesita es que tengan más conciencia con el pobre que anda en bicicleta, que respeten el carril de los que andan en bicicleta.
-¿Y que diría de los defectos de los ciclistas?
-Yo creo que lo más importante es que vayan los ciclistas con un reflejante, porque muchas veces andan sin luz en la noche, y para el que maneja el coche es muy peligroso. 

Se olvidan de que existimos

Preguntamos a don Edilberto Carrillo:
-¿Cómo le va de ciclista?
-Hay mucho peligro si uno se descuida, sí. Hay veces, hay veces que se me atraviesan, y tengo que parar para que no me vayan a atropellar. Tienen tanta prisa que se olvidan que nosotros estamos en el camino. Se olvidan de que existimos.