Bajar de peso, hacer ejercicio y ser un ejemplo para los hijos, son algunos de los propósitos más mencionados cada año, pero también el que menos se cumple; para lograrlos, los nutriólogos sugieren empezar con metas cortas y alcanzables, pero que vayan incrementándose hasta llegar al propósito.
De lograrlo, entonces los beneficios en la salud serán evidentes: el estreñimiento quedará atrás, así como la inflamación del colon, el humor irritable también mejorará, la piel y la circulación sanguínea se verán mejoradas y el envejecimiento podrá retrasarse un poco.
Magnolia López Turriza, coordinadora técnica del programa ¡Nutre y mueve tu vida! de la UADY, comentó que hay que reconocer que los hábitos llevan años instalados en cada persona y no es posible cambiarlos en un solo día.
“Es necesario tener paciencia y ver todos los pequeños cambios como algo positivo, hay que ponernos metas alcanzables y realistas, iniciar con cambios que se acomoden a nuestras rutinas y estilos de vida, pensar que mientras perseveremos en nuestros objetivos no importa que en ocasiones tengamos recaídas, los hábitos se crean día con día”, dijo.
Para empezar, dijo, el mejor comienzo es aumentar la actividad física, de tal forma que si hay sedentarismo hay que pasar a una actividad moderada, si hay mucha actividad, entonces iniciar con ejercicio cardiovascular y una pequeña rutina de resistencia muscular.
“La actividad física hay que combinarlo con pequeños cambios en nuestra alimentación, como sustituir leche entera por descremada, yogur normal por light, bebidas azucaradas por aguas de frutas o tés con muy poca azúcar, sin azúcar o agua simple, jamón y salchicha de pavo o reducidos en grasa, reducir nuestro consumo de carnes rojas e incrementar el de las blancas.
“Preferir el lomo de puerco, aves sin piel y pescados, consumir claras de huevo en lugar de huevo entero, preferir preparaciones a la plancha, caldos, pucheros, consomés, asados y horneados, incrementar nuestro consumo de agua. Se pueden elegir entre 3 y 5 de los anteriores e ir incrementándolos poco a poco”, dijo la especialista en nutrición.
De lograr los propósitos, entonces los beneficios serán mayores que sólo bajar de peso, ya que se controlan los problemas de estreñimiento, el colon irritable, existe una sensación de bienestar, la piel se mantiene bien hidratada, se previenen problemas como la diabetes, presión alta y dislipidemias, mejora la respuesta a la insulina.
Además, se previenen problemas de hígado graso no alcohólico, se mejora la circulación sanguínea, evitando entumecimientos, dolores de piernas y várices. Mejora la retención y concentración y se previene el envejecimiento celular, pudiendo retrasar algunos signos del incremento en la edad.
Para los hijos, es muy importante tomar en cuenta que es indispensable mantener una alimentación adecuada, ya que en esta etapa, la alimentación tiene un impacto importante en el crecimiento y desarrollo de los niños.
“Es importante evitar la sobrealimentación, los niños deben comer porciones infantiles, es importante evitar en la medida de lo posible algunos compuestos que pueden llegar a ser tóxicos como los encontrados en los embutidos y carne ahumada, también es necesario vigilar que desayunen diariamente con frutas y/o verduras, cereales o tubérculos, leguminosas y alimentos de origen animal”,